Tirar un penalti en el futbol es una de las jugadas que requiere de sangre fría, precisión y sobretodo rapidez, pero eso no ocurrió en un torneo escolar en Japón.
En el Torneo Nacional de Futbol de Escuelas Secundarias de Japón, celebrado en varias sedes del área metropolitana de Tokio, donde jugaban Ryutsu Keizai Ogashi y Kindai Wakayama ocurrió el penalti más largo del mundo.
El partido finalizó 1-1, por lo el pase a la siguiente ronda debió resolverse mediante la tanda de penales, instancia en la que se impuso Kindai.
Sin embargo, lo curioso lo aportó el equipo perdedor, con la ejecución del penalti más largo del mundo.
Con Kindai en ventaja 1-0 y Ryutzu habiendo ya tirado un penalti, uno de los hombres del equipo a la postre derrotado se paró frente al balón luego de haber tomado una larga distancia. Tardó 10 segundos en comenzar a avanzar: se mantuvo quieto, mirando fijamente al arquero.
Luego, inició una carrera con pasos ínfimos, las piernas y los pies bien juntos, que demoró otros 20 segundos en llegar a la pelota. Ya allí sacó un tiro cruzado, a la izquierda del arquero, que resultó efectivo, y puso el 1-1 parcial.
Lo celebró poco, mientras las cámaras mostraron el banco de suplentes y sus compañeros no hicieron muestras de asombro o alguna sonrisa por lo excéntrico de la ejecución.
En las redes lo bautizaron como “el penal más largo del mundo”, tal como muchos definieron en redes, parafraseando el título del relato del escritor argentino Osvaldo Soriano.
El penalti no le sirvió a Ryutsu Keizai Ogashi para avanzar en el torneo, pero sí le dio fama repentina al certamen, al equipo y al autor, que con la escena hicieron furor en un momento en el que la mayoría de las grandes ligas están en pausa por el parate por las festividades de fin de año.
