Los 13 casos de COVID-19 identificados en los futbolistas del club portugués Belenenses, que por esta razón no pudo sacar al campo suficientes jugadores el sábado frente al Benfica, están probablemente asociados a la nueva variante Ómicron del coronavirus, anunció este lunes el Instituto Nacional de Salud (INSA).
“Los test preliminares efectuados por el INSA sugieren fuertemente que los 13 casos asociados a los jugadores del Belenenses SAD están relacionados con la variante preocupante Ómicron”, informó esta agencia pública.
Si se confirman, se trata de los primeros casos de esta variante detectados en Portugal. Según el organismo, uno de los futbolistas viajó recientemente a Sudáfrica.
Como medida sanitaria, todos los jugadores se encuentra aislados en cuarentena y también todas las personas que hubieran tenido contacto con ellos.
El partido provocó una gran polémica, puesto que sólo se interrumpió a principio de la segunda parte cuando el equipo de Belenenses contaba con seis jugadores y el Benfica ganaba 7-0.
Varios países impusieron restricciones de viaje al sur de África, incluyendo Estados Unidos, Reino Unido, Indonesia, Arabia Saudita, Kuwait y Holanda, desde que los científicos revelaron la existencia de esta nueva variante detectada en Sudáfrica.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió este lunes que esta variante del coronavirus presenta “un riesgo muy elevado” para el mundo, subrayando que hay todavía muchas incógnitas sobre ella.
Tachan al partido de “vergüenza”
El sonado partido del sábado entre Belenenses SAD y el Benfica fue calificado de “farsa” y de “vergüenza”.
El modesto equipo del barrio de Belem en Lisboa se vio inmerso en una situación caricaturesca: privado de 14 jugadores por un brote de COVID-19, así como su entrenador y varios componentes del cuatro técnico, Belenenses tuvo que sacar un equipo inicial formado por varios jugadores del filial, un portero en el puesto de delantero… y aún así sólo les daba para sumar nueve jugadores, sin recambios en el banquillo.
En el descanso, lo insólito dio paso a lo absurdo: con 7-0 en el marcador y sólo siete jugadores disponibles, dos se declararon lesionados, el Belenenses regresó a la cancha para disputar la segunda parte, que nunca dio comienzo porque antes, uno de los futbolistas locales se tiró al suelo, supuestamente lesionado y sin poder continuar, lo que obligó al árbitro a dar el partido por finalizado, ya que el reglamento establece que un encuentro no puede continuar si uno de los equipos se queda con menos de siete efectivos.