Novak Djokovic se encuentra en el Park Hotel Melbourne esperando la audiencia del lunes que decidirá si puede permanecer en Australia o será deportado debido a que no se encuentra vacunado contra el COVID-19.
El hotel al que fue trasladado Djokovic por el Gobierno Australiano, tras negarle la visa de entrada al país para jugar el primer Gran Slam del año, el Abierto de Australia, por no estar vacunado contra el COVID-19, está en el ojo del huracán.
The Park Hotel es donde hospedan a gran parte de las personas que hacen la cuarentena obligatoria de 14 días en Melbourne cuando llegan del extranjero y un numeroso grupo de refugiados e inmigrantes.
El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, denunció una “caza política”, catalogó el hotel donde se encuentra el tenista como “infame” y ha pedido que lo trasladen lo antes posible.
Desde que Novak Djokovic aterrizó en Australia, las autoridades de ese país dejaron en claro que no iba a recibir un trato especial. Tras parar sus abogados la deportación, fue trasladado al hotel de refugiados. Allí estará al menos hasta el lunes, día en el que se tomará una decisión sobre su futuro.
El Park Hotel Melbourne está ubicado en el suburbio de Carlton y sus paredes están llenas de protestas relacionadas con las detenciones de refugiados que fueron trasladados a Australia.
El medio británico The Guardian publicó en octubre que el personal del hotel y los detenidos denunciaron que era una “incubadora” del COVID-19. En dicho mes, 22 de los 46 ocupantes dieron positivo.
El Park Hotel se dio a conocer en diciembre, cuando un incendio en el edificio obligó a evacuar a los refugiados y solicitantes de asilo. Una persona fue hospitalizada por inhalación de humo, aunque no hubo víctimas mortales.
Una semana después, los solicitantes de asilo publicaron en las redes sociales imágenes en las que se veía la comida que les servían, supuestamente llena de gusanos, junto a trozos de pan mohosos.
La madre de Nole, Dijana Djokovic, también cargó contra el hotel durante una conferencia ofrecida el jueves: “Está detenido como prisionero, eso no es justo, no es humano. El alojamiento es horrible. Es un hotel pequeño para refugiados, con bichos, está sucio, la comida es pésima y no le dan la oportunidad de mudarse a una casa que ya está alquilada”, dijo.
El diario serbio Telegraf calificó al hotel como “horrible”. “El hotel de terror donde se aloja Novak tiene una historia horrible, una ola mortal se extendió desde allí”, escribieron en el medio.
Mientras Djokovic esperaba su destino, varias decenas de sus seguidores se reunieron en un parque cercano tocando música y protestando por su detención.
“¿Saben cómo me siento? Me siento triste”, dijo Gordana. “Y siento que he perdido parte de mi corazón por culpa de Djokovic. Djokovic es como mi hijo”.
Fuera del edificio, una veintena de activistas protestaron también contra las políticas migratorias de Australia que quieren impedir la llegada de personas en barco.