Novak Djokovic vuelve a impactar, no sólo por su extraordinaria actuación en el Abierto de Australia donde se enfrentó a Alexander Zverev en un acalorado partido de cuartos de final, sino por la épica rabieta que protagonizó durante el partido que lo dejó ganador.
Una raqueta destruida, tres marcas en el piso y un retraso en el encuentro fueron el resultado final que dejó el descontrol del tenista después de devolver un servicio clave en el tercer set que terminó en la red.
Después de la maniobra, Djokovic exhaló un estruendoso grito que resonó en todo el lugar, para después estrellar furiosamente su raqueta en la cancha, una y otra vez, hasta que caminó hacia su banca donde arrojó los restos de su instrumento al suelo.
Tras el incidente, el equipo de asistencia tuvo que dirigirse a recoger los restos de raqueta que quedaron en el piso marcado por los golpes que el crack del tenis dejó como consecuencia de falta de control.
A pesar de su violenta reacción, Djokovicno no fue amonestado y el encuentro terminó con una victoria de (7º) 6-7 (6/8), 6-2, 6-4, 7-6 (8/6) a favor del serbio, quien ahora busca su noveno título en Melbourne.
La estrella del tenis deberá enfrentarse al ruso Aslan Karatsev en la final del Open de Australia. Djokovic disputará su 39ª semifinal de Grand Slam.
Sin embargo, este no ha sido el único arrebato que la estrella del tenis ha tenido en la cancha. En el pasado US Open, “Djoko” fue descalificado por golpear una juez de línea con una pelota que lanzó por enojo.
La mujer recibió la lesión en el cuello y terminó en el piso. Aunque Novak ofreció una apenada disculpa, los jueces deliberaron descalificarlo y darle el paso a los cuartos de final a su contrincante, el español Pablo Carreño.
Días después, Novak Djokovic emitió un mensaje a través de sus redes sociales para manifestar su sentir respecto a la situación registrada en el Abierto de Estados Unidos.
También, en el partido ante Karen Khachanov celebrado en octubre de 2020 el tenista serbio tuvo la mala suerte de otra vez impactar con la pelota a uno de los jueces de Roland Garros al golpear con el marco de la raqueta cuando trataba de devolver el golpe. La pelota se marchó a la cara del árbitro, que aceptó las disculpas y aguantó bien el impacto.