Naomi Osaka se convirtió este viernes en la primera figura del tenis en encender un pebetero olímpico en la inauguración de Tokio 2020, un reconocimiento que recibe tras los meses más complicados de su fulgurante carrera.
La número dos del ranking mundial fue la elegida para ejercer de última relevista en el Estadio Olímpico y encender el majestuoso pebetero frente a unas gradas prácticamente vacías a causa de la pandemia de COVID-19.
“Sin duda es el mayor logro deportivo y honor que tendré en mi vida. No tengo palabras para describir los sentimientos que tengo en este momento, pero sí sé que estoy llena de agradecimiento y gratitud”.
Naomi Osaka
Japón apostó por conceder el protagonismo a una de las nuevas grandes estrellas del deporte mundial, ganadora de cuatro Grand Slams con solo 23 años y muy popular especialmente en redes sociales en donde tiene más de dos millones de seguidores.
¿Quién es Naomi Osaka?
Naomi Osaka nació el 16 de octubre de 1997 en la ciudad japonesa y abandonó el país asiático a los tres años para instalarse en Nueva York con su padre de origen haitiano, Leonard François, su madre japonesa, Tamaki, y su hermana Mari.
Pese a defender deportivamente a Japón, sigue viviendo en Estados Unidos y posee la doble nacionalidad.
Tres años atrás inauguró un palmarés que suma dos títulos del Abierto de Estados Unidos (2018 y 2020) y del de Australia (2019 y 2021).
Ha sido campeona en individuales de cuatro torneos de Grand Slam y es la de los abiertos de Estados Unidos y Australia.
Forbes la nombró en 2020 la atleta femenina con mayores ingresos anuales de todos los tiempos y Time la incluyó en su lista anual de las cien personas más influyentes del mundo en 2019 y 2020.
El año pasado protestó contra el crimen del afroestadounidense George Floyd y se unió a las manifestaciones que protagonizaron los jugadores de la NBA y otras ligas.
Sobre su salud mental…
Este año, Osaka impulsó el debate sobre los desafíos de salud mental en el deporte de élite y dio a conocer sus problemas de ansiedad.
En el marco de su participación en Roland Garros dio a conocer sus problemas con la depresión durante su carrera y acabó retirándose del torneo tras ser multada por negarse a conceder ruedas de prensa.
“No estoy cómoda hablando en público y siento una inmensa ansiedad cuando debo dirigirme a la prensa mundial”, aseguró la deportista.
En su país es también un símbolo de las reivindicaciones a favor de los “hafu”, palabra que deriva del término mitad y con la que se refieren a los mestizos.
Los hijos de matrimonios mixtos, que representan apenas un 2% de los nacimientos anuales en Japón, todavía sufren fuertes prejuicios raciales, como lo ilustra la propia historia de los padres de Osaka, cuya unión fue difícilmente aceptada por la familia de su madre.