Las tenistas profesionales Serena Williams y Victoria Azarenka son algunos ejemplos respecto a que tener un hijo dejó de ser el final de una carrera deportiva para las mujeres que se convierten en mamás.
En la actualidad, las mujeres atletas de alto nivel necesitan de un mayor apoyo para terminar con los clichés, según los cuales se cree que un embarazo perjudica el rendimiento y los resultados al regreso tras el parto.
Durante décadas, las mujeres atletas que prosiguieron sus carreras de forma exitosa después de dar a luz habían sido excepciones.
Sin embargo, esta concepción no es así. En el tenis, la estadounidense Serena Williams conquistó el Abierto de Australia 2017 estando embarazada de ocho semanas, y no tardó en regresar a la competición luego del nacimiento de su hija.
Otro ejemplo es la tenista bielorrusa, Victoria Azarenka, antigua número del mundo en el circuito de la WTA, donde volvió a tomar la raqueta después de haber sido madre en el año de 2016.
Aunque aún sigue siendo un reto, los ejemplos son cada vez más frecuentes en otros deportes y disciplinas, no solo en el mundo del tenis.
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Mamás atletas en otros deportes
La judoka francesa Clarisse Agbégnénou, doble campeona olímpica en Tokio 2020, anunció en febrero su embarazo a la vez que se dijo lista para competir en los Juegos de París-2024.
Temor de ganar peso
La biatleta, también francesa, Anaïs Chevalier-Bouchet, flamante medallista de plata en los Juegos de Invierno de Pekín luego de una pausa para dar a luz en la temporada 2019-2020, se mostró “orgullosa” de formar parte de las mujeres que concilian maternidad y el deporte de alto nivel.
Los temores son muchos: las reacciones al anuncio, la no siempre fácil adaptación de los entrenamientos durante el embarazo, el miedo a ganar peso, a no recuperar su nivel, la cuestión financiera, o los cuidados del bebé en el regreso a la competición.
La atleta profesional, cuyo cuerpo es su herramienta de trabajo, y cuyas carreras deportivas son de por sí fugaces, se enfrenta a varias cuestiones antes, durante y después del embarazo.
Según una investigación del ministerio de Deportes de Francia, de 700 atletas deportivas interrogadas, más del 60% consideran que es difícil convertirse en madres durante la carrera.
La atleta en halterofilia, Dora Tchakounte, cuarta en los Juegos de Tokio, cuenta emocionada lo “sola” que vivió esa experiencia, con el único apoyo de sus padres. “Escondí mi embarazo”, recuerda.
Regresar al mejor nivel
El impacto en los resultados es uno de los principales interrogantes entre las atletas de alto rendimiento. “Sí, se puede regresar a su mejor nivel”, asegura Alice Meignié, investigadora en epidemiología en el rendimiento deportivo.
Si la atleta no había alcanzado su “pico de forma” antes del embarazo, lo alcanzará después, y a la inversa, explica su colega Juliana Antero. El nivel de rendimiento desciende si se hallaba en fase de decrecimiento antes de su embarazo. “Siguen la evolución normal a su edad”, resume.
Arquera de la selección francesa de balonmano, campeona olímpica en Japón, Cléopâtre Darleux abrió la vía en los deportes de equipo tras su parto en 2019. El balonmano francés firmó en 2021 el primer convenio colectivo que garantiza una baja por maternidad, con el sueldo mantenido durante 12 meses.