La Comisión de disciplina de la Federación Francesa de Fútbol (FFF) decidió imponer un castigo ejemplar al Paris FC y al Lyon después de los incidentes de violencia ocurridos durante el choque correspondiente a los treintaidosavos de final de la Copa de Francia y ambos clubes fueron expulsados de la competición.
Después de esta decisión contundente de la FFF, el Niza, que esperaba al ganador de ese duelo en dieciseisavos, se clasifica directamente a octavos.
Los dos clubes quedan eliminados de la Copa de Francia y recibieron además sendas multas económicas de 10 mil euros para el Paris FC y 52 mil euros para el Lyon.
El Lyon también fue suspendido de la Copa de Francia del siguiente año (2022-2023), además, no podrá estar acompañado de sus seguidores en los partidos fuera de casa hasta final de temporada de la Ligue 1.
Mientras que el Paris FC, de la Ligue 2, deberá disputar cinco partidos a puerta cerrada en su estadio.
El partido entre el Paris FC y el Lyon disputado el 17 de diciembre en el estadio de Charléty, fue detenido al descanso (1-1), en el que hasta el momento es el último episodio de incidentes violentos en los estadios franceses esta temporada.
Espectadores de la tribuna saltaron al césped para alejarse del lugar del incidente, impidiendo así el inicio de esa segunda mitad. El árbitro y los jugadores se retiraron entonces con dirección a los vestuarios.
Las bengalas lanzadas fueron recogidas por hinchas y lanzadas a diversos lugares de la tribuna, antes de apagarse. Se escucharon además dos pequeñas explosiones. Hubo peleas y movimientos de aficionados por la grada, lo que obligó al despliegue de las fuerzas del orden.
Como resultado de los enfrentamientos aficionados, dos personas, un aficionado y un policía, resultaron heridos.