El Leicester anunció que su partido contra el Tottenham previsto este jueves fue suspendido finalmente, como había solicitado un día antes, debido a nuevos casos de COVID-19 en el club.
“Leicester City puede confirmar que la Dirección de la Premier League decidió aplazar el encuentro de este jueves contra el Tottenham”, indicó la entidad en un comunicado.
“El club ya no tiene suficientes jugadores del primer equipo capacitados para disputar el partido”, explicaron los Foxes, cuya demanda de aplazamiento había sido rechazada la víspera.
El Leicester anunció también el cierre de su centro de entrenamiento durante 48 horas “para ayudar a frenar los circuitos (de contagios)”, lo que abre la posibilidad de que tampoco se juegue su encuentro del domingo ante el Everton.
El miércoles, el entrenador del Leicester, Brendan Rodgers, lamentó el rechazo a su primera solicitud de postergar el enfrentamiento alegando la baja de nueve jugadores por COVID, otras enfermedades o lesión.
Sin embargo, Rodgers no ofreció el número de positivos y tampoco reveló el número de jugadores afectados.
Se trata del cuarto partido del campeonato inglés que se pospone debido a un brote de COVID-19, tras el Brighton-Tottenham del domingo, Brentford-Manchester United del martes y el Burnley-Watford, anulado el miércoles dos horas antes del enfrentamiento.
Este jueves, el técnico danés del Brentford, Thomas Frank, también pidió que extendiera la medida a todos los encuentros de la jornada de la Premier League de este fin de semana.
“El número de casos de COVID-19 explota en todos los clubes. Todo el mundo se enfrenta a eso (…) Postergar esta jornada y también (los cuartos de final de) la Copa de Liga (de los próximos martes y miércoles) daría a todo el mundo al menos una semana o cuatro o cinco días para desinfectar los campos de entrenamiento”, afirmó el entrenador escandinavo.
“Eso permitiría romper la cadena (de contagios) en todos los clubes”, insistió Frank, cuyos pupilos deberían jugar el sábado en Southampton.