En el mundo de la Fórmula 1, los protocolos prácticamente sagrados, donde cada detalle, desde la vestimenta hasta el idioma utilizado en las conferencias de prensa, está regulado, sin embargo, Fernando Alonso decidió romper las reglas y defender el uso del español en una conferencia de prensa en el pasado GP de Miami.
El dos veces campeón del mundo, que actualmente compite con Aston Martin, inició su intervención en la conferencia con una advertencia: “Vamos a saltarnos las normas otra vez”. A continuación, explicó que quería responder en español para “toda la gente que habla español, la segunda lengua del planeta”, argumentando que “merecemos responder en español”.
La intervención de Alonso sorprendió a muchos, ya que las conferencias de prensa de la F1 se realizan en inglés para garantizar que todos los participantes puedan entender y ser entendidos. Sin embargo, el asturiano no se detuvo y continuó hablando en español, destacando el poderío hispanoparlante en la categoría.
Cabe recordar que en la clasificación del GP de Miami, además de Fernando Alonso, el mexicano Checo Pérez, de Red Bull, y el también español Carlos Sainz Jr. de Ferrari fueron los tres pilotos más rápidos, los tres pilotos que tiene el castellano como lengua materna.
“Creo que es un gran día tener a un mexicano y dos españoles en Fórmula 1, en una crono por la primera vez en la historia”, manifestó Alonso, refiriéndose a la clasificación previa al Gran Premio de Miami.
La intervención de Alonso generó diversas reacciones, desde el asombro hasta el respaldo y el rechazo. Algunos argumentaron que la F1 es un deporte internacional y que el inglés es el idioma común que todos deben utilizar. Sin embargo, otros consideraron que Alonso tenía razón en defender el uso del español, ya que es una lengua hablada por millones de personas en todo el mundo.
Hasta el momento la F1 no se ha pronunciado sobre alguna sanción para Alonso por no respetar el protocolo del idioma oficial que se debe hablar en las conferencias.
Lo cierto es que la intervención de Fernando Alonso no pasó desapercibida, y ha generado un debate sobre los límites y la flexibilidad de los protocolos en la F1.