Estados Unidos ganó el bronce en el futbol femenil al vencer a Australia 4-3 en Kashima, donde las veteranas Carli Lloyd y Megan Rapinoe fueron decisivas tras anotar un doblete cada una.
Lloyd y Rapinoe se encargaron de romper el sueño de Australia, que por primera vez en su historia pelearon por una medalla de bronce, metal al que nunca habían optado antes las estadounidenses.
De los cuatro oros que acumula la selección norteamericana en su historia, Lloyd estuvo presente en los conquistados en Pekín 2008 y Londres 2012, siendo en esos últimos Juegos donde alcanzó la gloria olímpica junto a Megan Rapinoe.
Rapinoe, que no había sido titular en los encuentros eliminatorios contra Países Bajos (2-2 y victoria por 4-2 en penales) y en las semifinales frente a Canadá (1-0), formó de inicio en el ataque contra Australia y mostró su calidad con un doblete.
En el minuto 8, Rapinoe abrió el marcador con un gol olímpico al que respondió Samantha Kerr (17) para regresar unas tablas que la propia Megan volvería a romper en el ecuador del primer tiempo (21), aprovechando un mal despeje defensivo de Australia para conectar una gran volea que convirtió en el 2-1.
Antes de llegar al descanso, el protagonismo en Estados Unidos pasó a Carli Lloyd (45), que aprovechó un pase de Lindsey Horan para disparar cruzado y marcar su primer tanto en estos Juegos, que serán los últimos que dispute.
Tras la reanudación (51), la “10” copió el doblete de Rapinoe, esta vez aprovechando otro error defensivo de Alanna Kennedy, quedándose en el mano a mano con la arquera australiana Teagan Micah, a quien batió con un disparo raso.
Australia reaccionó al 4-1 con una diana de Caitlin Foord (54) que le permitió seguir con opciones en el encuentro hasta el tramo final, donde Emily Gielnik (90) le pondría aún más emoción cerrando la victoria por la mínima de Estados Unidos, que termina estos Juegos con el premio del bronce gracias a dos históricas como Megan Rapinoe y Carli Lloyd.