Si hay algo en el futbol actual que se ha vuelto tan común es que en el tiempo reglamentario se permitan malos arbitrajes o existan entradas sucias de parte de los jugadores dentro del campo, pero cuando un entrenador asistente se hace expulsar en el tiempo de compensación es algo meramente increíble.
En un partido de la Eredivisie, el defensa central del FC Twente, Julio Pleguezuelo, fue derribado por el segundo entrenador del Sparta Rotterdam, Jeroen Rijsdijk, quien luego de cometer la infracción, el árbitro Joey Kooij le sacó la tarjeta roja al minuto 99.
El partido entre el FC Twente y el Sparta Rotterdam iba empatado 3-3 y los locales perseguían el gol de la victoria. Cuando Julio Pleguezuelo quería retomar el juego rápidamente, fue tacleado en la línea de banda por Jeroen Rijsdijk, entrenador asistente del Sparta Rotterdam. Aunque de manera inmediata quiso disculparse, Pleguezuelo quedó furioso por dicha actitud antideportiva.
¿Cómo quedó el marcador?
Esa obstrucción a la jugada permitió al Sparta Rotterdam conservar el empate y el quinto puesto en la tabla, con un punto más que el Twente, con cuatro fechas por disputarse en la Eredivisie, donde el Feyenoord es el líder absoluto con 73 unidades en la tabla de posiciones.
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De esta forma, el segundo entrenador del Sparta Rotterdam, Jeroen Rijsdijk, se robó el show por un tiempo porque los fanáticos furiosos le arrojaron cerveza desde las gradas y a todo el personal técnico del Sparta Rotterdam que terminó favorecido con esa pequeña y sucia jugada, la cual tuvo toda la intención de afectar al Twente.
Afortunadamente, todo quedó en reclamos de los jugadores del FC Twente hacia el árbitro, pero como suele suceder, una jugada de peligro en el futbol pudo haber cambiado el destino, quizá un tipo de sanciones más fuertes extra cancha acabarían con el antideportivismo que antes era más era visto en el futbol de Centro y Sudamérica.