El griego Miltiadis Tentoglou le arrancó el oro olímpico en salto de longitud de los Juegos de Tokio 2020 con su último intento, al cubano Juan Miguel Echevarría que llegó como claro favorito pero una lesión de último minuto le impidió hacer su salto.
Miltiadis Tentoglou fue el ganador con un salto de 8.41 metros, en una emocionante final en la que el cubano Juan Miguel Echevarría con marca de 8.41 m ganó la plata y su compatriota Maykel Massó, con 8,21 m, se llevó el bronce.
El desarrollo de la final tuvo sabor muy amargo para los cubanos, que antes del último salto del griego eran virtualmente oro y plata, por lo que estaban a un paso del doblete.
El vuelo del heleno en su sexto y último salto les relegó al segundo y tercer lugar, pese a que Tentoglou y Echevarría tenían la misma distancia, 8.41 metros, la primera posición en la clasificación era para el griego por el desempate entre sus dos segundos mejores saltos.
Echevarría pasaba así del oro a la plata pero tenía otro intento para tratar de volver a la primera posición, cabe recordar en la clasificación había saltado 8.50, sin embargo, durante su carrera camino a la línea de salto se frenó, aparentemente con un problema físico o un dolor muscular.
De rodillas, golpeó con el puño el suelo en señal de rabia y se levantó cojeando ligeramente, con la amargura de haber visto esfumarse un título olímpico que durante gran parte del concurso sintió tener muy cerca.
“No es lo que esperaba, no es el resultado que esperaba, pero en todo caso es un premio que es bienvenido”, explicó Echevarría.
Cuba lleva desde Pekín 2008 sin colgarse un oro olímpico en atletismo. Hace cinco años, en Rio-2016, su balance había sido de apenas un bronce, el logrado por Denia Caballero en el lanzamiento de disco, algo que ya supera nada más con el resultado de esta prueba.
Echevarría, de casi 23 años, se quedó así en puertas de emular a Iván Pedroso, que triunfó en Sídney 2000 y que es el único cubano que ha podido proclamarse campeón olímpico en el salto de longitud.
En 2018 había logrado ya proclamarse campeón mundial bajo techo y en 2019 campeón panamericano. Sin embargo, en el Mundial de Doha 2019, donde llegaba como gran favorito, se tuvo que conformar con un bronce también con sabor amargo.
Más allá del color de sus medallas, Echevarría se ha confirmado en los últimos años como una de las sensaciones de su prueba. Tiene una mejor marca personal de 8,68 metros desde 2018 y varias veces ha destacado con saltos impresionantes, acercándose al récord del mundo del estadounidense Mike Powell (8.95 metros en 1991), aunque no homologados por vientos demasiado favorables.
Llegó a 8.83 metros el 10 de junio de 2018 en Estocolmo, pero con un viento de +2,1 m/s. El 10 de marzo de 2019 alcanzó los 8.92 metros en La Habana con viento de +3,0 m/s.