El exbeisbolista dominicano David “Big Papi” Ortiz fue elegido como miembro del Salón de la Fama de las Grandes Ligas de béisbol, único nominado seleccionado en esta ocasión.
Ortiz se convirtió en el latinoamericano número 18 en ser elegido para entrar al recinto de los inmortales de las Mayores.
Tras 541 jonrones, 1,768 empujadas, tres títulos de Serie Mundial con los Medias Rojas de Boston (2004, 2007 y 2013) y 10 Juegos de Estrellas, Ortiz fue elegido en su primera oportunidad en la boleta por la Asociación de Escritores de Béisbol de Norteamérica (BBWAA) con el 77.9% de los votos.
“Estamos todavía impactados. De verdad, es una noticia que no es fácil de procesar (…). Cuando tú entras al Salón de la Fama, sea en la primera (ocasión), sea en la décima, sea en la que sea, tú entraste a un grupo muy selecto”, celebró el expelotero en una rueda de prensa en su natal Santo Domingo. “Mi mente se tomará un par de días para asimilarlo”, agregó.
El quisqueyano, que jugó 20 temporadas de Grandes Ligas con los Mellizos de Minnesota y los Medias Rojas de Boston, será exaltado de manera oficial el próximo 24 de julio. Ortiz fue el único elegido por la BBWAA en esta elección.
Y entre las felicitaciones, se encontró la que hizo el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y así lo hizo a través de su cuenta de Twitter.
“El logro de un país”, dice David Ortiz
“Big Papi” es el cuarto jugador nacido en la República Dominicana en llegar a Cooperstown, uniéndose a los exlanzadores Juan Marichal y Pedro Martínez, así como al también extoletero Vladimir Guerrero padre.
“Esto es un logro mío, pero yo entiendo que también es el logro de un país, de una nación, porque cada vez que exaltan a uno de nosotros que batalla por poner el nombre de la República Dominicana en alto es algo que es un logro para todos nosotros“, manifestó Ortiz ante la prensa.
“Estoy realmente honrado y bendecido por mi elección al Salón de la Fama, el mayor honor que un pelotero puede recibir en su vida”, había expresado previamente en un comunicado que difundieron los Medias Rojas.
“Como un chiquillo de Santo Domingo, siempre soñé en jugar pelota profesional”, expresó.
El estelar quisqueyano recibió felicitaciones de otras grandes estrellas del béisbol que ya iluminan Cooperstown.
“Felicitaciones a ‘Big Papi’ por su elección al Salón de la Fama del Béisbol. Verte crecer como un niño en Minnesota a una gran potencia en Boston fue todo un placer. ¡Bien merecido!”, le felicitó, entre otros, Rob Carew, panameño miembro del Salón de la Fama.
Carisma puro
Con su sonrisa y carisma, Ortiz fue uno de los referentes del béisbol en los 2000 y 2010, ganándose el cariño de fanáticos de su equipo y hasta de quienes simpatizaban con sus rivales.
El quisqueyano totalizó 23 hits que sentenciaron juegos, incluyendo tres durante la postemporada de 2004, en la que Boston exorcizó una maldición de 86 años sin conquistar la Serie Mundial.
El estelar artillero quedó exento de los escándalos por sustancias dopantes, situación que ha vetado al Salón de la Fama a figuras estelares como Barry Bonds (762 jonrones) y Roger Clemens (ganador de siete premios Cy Young).
El tres veces campeón de la Serie Mundial se ha mantenido en el candelero tras retirarse, siendo analista de la cadena Fox Sports durante la postemporada.
Ortiz fue hospitalizado en 2019 tras ser baleado en Dominicana. Su recuperación requirió de tres cirugías y los doctores le extirparon la vesícula y partes de sus intestinos y el colon.
En diciembre pasado, el grupo de latinoamericanos inmortales había crecido gracias a la elección, por el Comité de la Era Dorada, de los cubanos Orestes ‘Minnie’ Miñoso y Tony Oliva.
El exrelevista panameño Mariano Rivera (con los Yankees), ha sido el único elegido unánimente, en 2019, cuando fue nombrado en cada una de las 425 boletas de la BBWAA.
Ortiz se une a Rivera, a los puertorriqueños Iván Rodríguez y el difunto Roberto Clemente, así como al también panameño Carew como los únicos jugadores latinos en ser exaltados en su primer año de elegibilidad.
Es mucha la historia de este jugador en las Mayores, donde logró siete Bates de Plata, dos premios Hank Aaron (2015 y 2016) y un premio Roberto Clemente (2011). Fue el mejor jonronero en 2006 y líder impulsor en tres ocasiones (2005, 2006 y 2016).