El futbolista Dani Alves compareció por segunda vez ante la justicia de Barcelona y trató de convencer este lunes a la jueza de que lo ocurrido en la discoteca Sutton no fue una violación, cargo por el que fue acusado por una joven de 23 años, sino que se trató de una relación sexual consentida entre adultos, por lo que pedirá su libertad de nueva cuenta.
La nueva declaración de Dani Alves sobre la presunta agresión sexual
En una declaración de casi media hora, Dani Alves reconoció que hubo penetración, pero insistió en que se trató de una relación expresamente consentida en la que hubo “tensión sexual” e interés muto entre él y la denunciante, según recoge el diario español, El País.
El futbolista brasileño lleva tres meses en prisión preventiva por el presunto caso de agresión sexual que pesa en su contra, tiempo en el que las investigaciones han avanzado. Cabe destacar que la primera declaración del exjugador de Pumas fue que no hubo relaciones sexuales entre ambos, aunque posteriormente confesó que sostuvieron sexo oral.
¿Por qué cambió su declaración el brasileño?
Las investigaciones en curso demostrarían irrefutablemente que existió coito entre Dani Alves y la joven de 23 años que lo acusa de haberla violado. Por esta razón, la defensa del acusado habría tomado una nueva estrategia que consiste en enmendar los vacíos de las afirmaciones iniciales.
En este sentido, el seleccionado nacional de Brasil, en compañía de su abogado Cristóbal Martell, reconoció que mintió inicialmente con la intención de salvar su matrimonio con la modelo Joana Sanz, pues asegura que aún la quiere, a pesar de que ella ya anunció su separación definitiva.
¿Cuál es la versión definitiva de Dani Alves?
Según Dani Alves, los hechos ocurrieron la noche del 30 de diciembre en la zona VIP de Sutton, una discoteca de la zona alta de Barcelona. El jugador le pidió a un camarero que le hablara a tres jóvenes ―la víctima, una prima y una amiga suya― para que se acercaran al lugar donde estaba con un amigo mexicano.
Hubo una “tensión sexual mutua”, dijo el deportista, quien aseguró que tras estar un rato bailando, la invitó a pasar al baño para “acabar”; allí ocurrió presuntamente la agresión. El acusado afirmó, según fuentes judiciales, que entraron y salieron por separado.
Alves explicó con detalle lo que, según su versión, ocurrió en el interior del baño, afirmando que la chica le bajó voluntariamente los pantalones mientras él se sentaba en la taza del lavabo y le practicó una felación; después, la joven se sentó de espaldas a él, a horcajadas, y tuvieron sexo sin preservativo.
Después, él la sostuvo por las caderas, la elevó y eyaculó fuera, aunque las muestras de ADN muestran lo contrario. El acusado también afirmó que, al salir de la discoteca, no la vio; sin embargo, las imágenes recabadas para el caso muestran que la víctima estaba llorando, en la puerta, y cómo en ese momento el jugador pasó de largo.
Según la declaración de Dani Alves, lo sucedido fue un acto libre y voluntario, ya que en ningún momento la chica le dijo que no quería mantener relaciones. Sobre la razón de la denuncia, planteó la posibilidad de que ella se pudo “ofender o enfadar” porque no fue “atento ni afectuoso” con ella tras la relación sexual.
El lateral ha modificado su versión de los hechos en múltiples ocasiones, diciendo primero que no conocía a la denunciante, para después decir que no hubo contacto sexual con la presunta víctima y finalmente desmintiendo lo anterior, diciendo que se trató de una relación con consentimiento.
La versión de la víctima
El 20 de enero, la joven de 23 años, ofreció su versión de los hechos, asegurando que no sabía que la persona con la que estaba en la zona VIP era un famoso jugador de futbol. El futbolista puso la mano de ella en su pene y la chica la quitó.
Dani Alves le indicó, según su versión, que la siguiera y, una vez en ese espacio, le dijo que no podía marcharse, agarró con fuerza su cabeza y la dirigió al pene para que le practicara una felación. Según la víctima, llegó a abofetearla para que lo hiciera. Instantes después, la giró encima de él y la penetró “de manera violenta” hasta eyacular.
Después, el jugador se vistió y le ordenó: “Yo salgo primero”. La víctima salió con el rostro descompuesto, rompió a llorar y, nada más salir, explicó el episodio al portero de Sutton, que activó el protocolo de atención a agresiones sexuales.