Una invasión de abejas atacó ayer al tenista español Carlos Alcaraz y provocó una larga e insólita interrupción de su partido frente al alemán Alexander Zverev en el Masters 1000 de Indian Wells.
Tras casi dos horas de suspensión, Alcaraz arrolló a Zverev por 6-3 y 6-1 y avanzó a las semifinales en su ruta de defensa del título de 2023.
El inaudito episodio ocurrió el mismo día en que se dio a conocer que Alcaraz será la estrella de una nueva serie documental de Netflix.
“Fue extraño. Nunca había visto algo así en un torneo de tenis”, declaró después Alcaraz. “Cuando salimos corriendo de la cancha, vimos la invasión de abejas por la televisión y nos reímos mucho”. “Este partido va a ser recordado por las abejas, no por el tenis”, agregó con una sonrisa.
La irrupción de los insectos ocurrió en una soleada tarde en Indian Wells, una desértica localidad del estado de California, a unos 200 kilómetros de Los Ángeles.
El número dos mundial se disponía a servir con sólo nueve minutos disputados, y empate 1-1 en el primer set, cuando se dio cuenta de que varias abejas revoloteaban sobre su cabeza.
Alcaraz trató primero de alejarlas con el brazo y la raqueta pero, al ser atacado por algunas de ellas, corrió a resguardarse en el interior de la cancha al igual que Zverev.
Una vez a resguardo, Alcaraz le mostró al alemán la zona en la frente donde recibió el ataque.
“Le ha picado una abeja a un lado de la frente. Por suerte sólo una, de las 2 mil que habían, que se han puesto ahí en un minuto, pero está bien”, dijo el agente del tenista, Albert Molina, a la radio española Cope durante el parón.
Tras la huida de los jugadores, el juez de silla Mohamed Lahyani anunció que el partido quedaba momentáneamente “suspendido por invasión de abejas”.
Carlos Alcaraz le tiene miedo a las abejas
La mayoría de los espectadores de la pista central, la segunda mayor del mundo (16 mil asientos), permaneció en su lugar.
Los organizadores convocaron de urgencia al apicultor local Lance Davis, que comenzó a trabajar sin usar equipo de protección, vistiendo pantalones vaqueros y una camiseta de manga larga.
Davis, que colabora con el torneo desde hace unos siete años, se abocó a succionar abejas con una aspiradora especial que las aprisiona vivas, especialmente de la cámara área, donde se encontraba la mayor concentración.
El apicultor también saltó a la cancha para una última revisión en medio de una gran ovación de los aficionados.
La megafonía recibió con música rock al nuevo héroe local, de larga melena y gafas de sol, al que varios aficionados pararon después en la grada para pedirle “selfies”.
“No voy a mentir. Me dan un poco de miedo las abejas”, reconoció después Alcaraz.
Pese a los temores, el prodigio español ofreció después su mejor actuación del torneo hasta cobrarse revancha de Zverev por la derrota en los cuartos de final del Abierto de Australia en enero.
Aunque es un episodio muy inusual, no es la primera ocasión en que un partido de tenis de primer nivel se ve afectado por la presencia de abejas.
En el torneo WTA 1000 de Guadalajara en 2022, el partido inaugural entre Petra Kvitova y Bernarda Pera se retrasó por un enjambre de abejas que se había adherido a la silla del juez.