El gobierno de Australia canceló este viernes por segunda ocasión el visado del tenista serbio Novak Djokovic, que el pasado 5 de enero arribó al país sin estar vacunado contra el COVID-19 y podría ser deportado. El juez Anthony Kelly confirmó que Nole también podría ser detenido una vez que termine su entrevista con funcionarios del Ministerio de Inmigración de Australia.
A pesar de que apeló ser deportado, el ministro de Inmigración, Alex Hawke, informó en un comunicado que basó la decisión por motivos de “salud y orden público”.
Detalló que el gobierno del primer ministro de Australia Scott Morrison está firmemente comprometido en la protección de las fronteras australianas, sobre todo en este contexto de pandemia del COVID-19.
El presidente de Serbia explota contra primer ministro de Australia
Tras la nueva cancelación al visado de Djokovic y una nueva amenaza de deportación por parte de las autoridades australianas, el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, criticó al primer ministro australiano, afirmando que las autoridades de ese país “maltratan” a la estrella del tenis.
“¿Por qué lo maltratan, por qué lo atacan, no sólo a él sino también a su familia ya toda la nación?”, escribió Vucic en las redes sociales.
“Si quieren prohibir a Novak Djokovic ganar un décimo trofeo en Melbourne, ¿por qué no lo expulsan inmediatamente? ¿por qué no le hemos dicho que era imposible obtener un visado para su país”.
Aleksandar Vucic
Vukic ya había mostrado su apoyo al tenista en el inicio de este caso, calificando la retención anterior de Djokovic como “caza de brujas política”.
Novak Djokovic aspira a lograr su 21 Grand Slam en el Abierto de Australia, que inicia el próximo lunes y con ello lograr la hazaña de superar al español Rafael Nadal y al suizo Roger Federer, quien no competirá en el certamen a raíz de una lesión.
El número 1 del tenis mundial podría tener prohibida la entrada a Australia durante tres años, excepto bajo ciertas circunstancias. Sin embargo, los abogados de Nole, de 34 años de edad, tienen de nuevo la opción de apelar la decisión.
Novak Djokovic obtuvo una exención de los organizadores del Abierto de Australia porque había dado positivo a COVID-19 a mediados de diciembre; no obstante, las autoridades migratorias no consideraron que un contagio reciente exentara una excepción para el mejor tenista según la clasificación ATP.
El pasado 5 de enero, día de su arribo a Australia, anularon el visado de Novak Djokovic y lo enviaron a un centro de detención, donde estuvo encerrado hasta el lunes, cuando sus abogados lograron que un juez australiano lo dejara en libertad por un error de procedimiento durante su interrogatorio en el aeropuerto de Melbourne.
Los días posteriores Novak Djokovic siguió entrenando con normalidad en las instalaciones del Abierto de Australia e incluso el pasado jueves los organizadores del torneo lo incluyeron como primer cabeza de serie en el sorteo del cuadro.
Este viernes, el ministro de Finanzas, Simon Birmingham, precisó que Australia sólo permite la entrada a su territorio a personas vacunadas o con una exención médica aceptada. “La política no ha cambiado y continuaremos aplicando esta política rigurosamente”, dijo en la televisora local ABC.
Una de las razones de esta determinación es que la declaración de viaje de Novak Djokovic entregada a las autoridades contenía información falsa. Nole justificó que había sido llenada por un integrante de su equipo y reconoció haberse reunido con un periodista del diario francés L’Equipe el 18 de diciembre, a pesar que estaba infectado por COVID-19.
El caso ha causado muestras de apoyo a Novak Djokovic como el alemán Alexander Sverev, quien afirmó que sería bueno para el tenis si juega en Melbourne; no obstante, otros tenistas se han declarado en contra de que juegue el Grand Slam como el griego Stefanos Tsitsipas, quien acusó al serbio de “haber jugado con sus propias reglas”.