Xavi Hernández tuvo una presentación agridulce con el Barcelona en la Champions League al empatar sin goles en casa ante el Benfica, lo que complica la clasificación del equipo culé a los octavos de final de la competición europea.
Desde el primer minuto el equipo de Barcelona presentó una actitud diferente, más cercana a los que su nuevo técnico Xavi Hernández busca para el cuadro culé.
Aunque el Barcelona había sido mejor, su defensa quedó evidenciada en dos tiros de esquina consecutivos, uno de ellos terminó en un golazo de Otamendi, sin embargo tras la revisión en el VAR, el gol no fue valido debido a que salió del terreno de juego.
Cerca del final de la primera parte el juvenil Yusuf Demir estuvo a punto de marcar un golazo con un tiro que pegó en la horquilla de la portería y afortunadamente para la causa de los de Lisboa no se fue al fondo de las redes.
La primera parte terminó con el encuentro empatado sin tantos, por lo que para el segundo tiempo Xavi mandó a la cancha a Ousmane Dembélé ya recuperado de su lesión.
EL francés comenzó a jugar por la banda izquierda y con varios desbordes y centros puso en en aprietos a la defensa de Benfica y de su arquero Odisseas Vlachodimos.
El gol que metería al Barcelona en los octavos parecía llegar al falta de 10 minutos de finalizar el partido con una gran definición del uruguayo Ronald Araújo, pero el tanto fue anulado debido a una posición en fuera de juego.
El partido teminó con el empate sin goles, ahora el Barcelona depende de sí mismo para llegar a octavos de final, sin embargo, la ruta parece cuesta arriba porque tiene que vencer en la última jornada al Bayern Múnich de visita, mientras que Benfica recibe al Dinamo, ya eliminado.
En caso de que el Barcelona pierda o empate ante los bávaros tendría que esperar que Dinamo derrote al Benfica.