El coordinador del equipo de enfermeros que atendió al legendario Diego Armando Maradona en sus últimos días rechazó toda responsabilidad médica y aseguró que solo tuvo un rol administrativo, tras ser indagado el viernes pasado por la fiscalía argentina que investiga la muerte del exfutbolista.
“Les dije que me encargué nada más de los horarios de entrada y salida (de los enfermeros). No tengo ninguna responsabilidad de acción médica. No hago indicaciones médicas, sino que dependíamos de la decisión de los médicos que estaban a cargo”, afirmó Mariano Perroni a la AFP, al retirarse de la Fiscalía de San Isidro, 25 km al norte de Buenos Aires.
Acompañado por su abogado Miguel Ángel Pierri, Perroni, de 40 años, prestó declaración indagatoria durante unas tres horas.
Atención médica
Ante los fiscales, Perroni “aclaró que nunca estuvo en la casa de Diego (Maradona) ni estuvo en contacto con él, dio algunas explicaciones sobre lo que es el protocolo de coordinador, que es una labor específica, puntual, de asegurar los horarios y la asistencia (de los enfermeros)”, precisó el abogado.
Pierri explicó que el rol de su defendido era “armar el equipo de enfermeros verificar que ingresaran y cumplieran los turnos. Las directivas médicas eran de los médicos tratantes”. Dijo además que de ser necesario Perroni se someterá a un careo.
Perroni fue el tercero de los siete sospechosos en declarar, luego de que lo hicieran los enfermeros Ricardo Almirón, el lunes, y Dahiana Madrid, el miércoles, cuyas audiencias fueron mucho más extensas.
Al igual que sus dos subalternos y otros cuatro acusados, Perroni es investigado por supuesto “homicidio simple con dolo eventual”, un delito que supone una pena de 8 a 25 años de prisión.
Ese cargo se aplica a una persona que no modifica su accionar pese a tener elementos como para saber que puede tener un desenlace fatal.
La Fiscalía agravó el delito investigado con base al informe de una junta médica de 20 peritos que determinó que Maradona agonizó durante horas y “fue abandonado a su suerte”, al tiempo que estimó que el equipo médico que encabezaba el neurocirujano Leopoldo Luque aplicó un tratamiento “inadecuado, deficiente y temerario”.
Luque, señalado por los fiscales como el “médico de cabecera” de Maradona, será el último de los imputados en declarar. Está citado para el lunes 28 de junio. Luque ha dicho en reiteradas oportunidades y entrevistas que no era médico de cabecera de Maradona y rechazó los cargos en su contra.
Maradona, convertido en leyenda del futbol mundial, murió el 25 de noviembre de 2020, a los 60 años, por una crisis cardiorrespiratoria mientras estaba solo en su cama convaleciendo de una cirugía en la cabeza y otras dolencias, en una residencia del barrio privado San Andrés, al norte de Buenos Aires.
Responsabilidad
Los fiscales atribuyen a Perroni haber tenido “pleno conocimiento de lo que se hacía y de lo que no, en especial del manejo de los enfermeros para con el paciente”, así como de haber asentado “deliberadamente” en las planillas de atención “información que no se condecía con el real estado y atención médica que Diego Armando Maradona recibía”.
También le atribuyen haber demostrado “un comportamiento desinteresado e indiferente frente a la situación de emergencia”.
Al declarar como testigo en el inicio de la causa, Perroni ya había planteado que su función era meramente administrativa y que entregaba las planillas a la coordinadora del tratamiento médico por parte de la empresa de salud Swiss Medical, Nancy Forlini (52).
Forlini está citada para declarar este lunes, audiencia que se realizará pese a ser un día feriado en Argentina, según una fuente de la fiscalía.
Tanto Almirón como Madrid refirieron a los fiscales que la casa alquilada para la recuperación del capitán del equipo campeón mundial en México-1986 no contaba con los aparatos ni el equipamiento necesarios para atender a una persona con cardiopatías.
Además, dijeron que no se les advirtió de que Maradona sufría cardiopatías y se les había ordenado no despertarlo y no molestarlo.
Tanto los enfermeros como el coordinador apuntaron a “la responsabilidad de los médicos tratantes”, en alusión a Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov y el psicólogo Carlos Díaz, que deben declarar también ante la fiscalía de San Isidro en audiencias previstas hasta el 28 de junio.
“Hay una responsabilidad de los médicos tratantes (…) En el fondo hubo muchas alertas de que Maradona, un día antes o un día después, iba a fallecer. Y ninguno de los médicos hicieron algo para evitarlo”, aseveró el miércoles pasado el abogado Rodolfo Baqué, al declarar su defendida, la enfermera Madrid.