“Te acostumbras al dolor. Lo cuelgas en la entrada de tu casa como impermeable y te lo pones cada que sales”, es de lo que nos habla Michelle Rangel en su libro “Querido diario”, que al mirar la portada podrías pensar que guarda los secretos de una adolescente soñadora, pero al leer el prólogo, una advertencia latente te dice que no es para niños.
En sus páginas encontrarás la historia de quien fue víctima de abuso en su infancia, lo cual la marcó de por vida, creando un vínculo conflictivo con su padre; se hizo presa de relaciones abusivas y desconfiada de las que parecían ser buenas.
Lo que encontrarás en “Querido diario”, el libro de Michelle Rangel
“Querido diario” consta de 175 páginas de poemas, relatos e ilustraciones (en las que la autora también participó) que plasman el doloroso proceso que tuvo que atravesar para encontrarse.
“Soy el testigo menos fiable de mi propia existencia, viendo todo a través de ventanas empañadas y vitrales grises, confeccionando la mentira más grande que justifique el desastre que yo misma hice”
Michelle Rangel
Las constantes subidas y bajadas de la autora la llevaron a sufrir anorexia, desorden obsesivo-compulsivo y tendencias suicidas. Todo esto, conjugado, hizo que la protagonista de la historia terminara internada en una clínica psiquiátrica, en donde tuvo que replantearse la vida.
“Fue hasta que vi la reacción de mi mamá que dije: no quiero que ella esté sufriendo todo esto, no quiero que ella esté pasando por esto. La razón, al principio, fue por los demás, pero ahora lo hago por mí misma”
Michelle Rangel
En entrevista con Unotv.com, la escritora de este libro nos comentó que considera que este poemario puede ser un acompañante de aquellas personas que se sienten solas, un lugar seguro en donde puedan sentir que hay más que pasan por procesos difíciles.
“Siempre he usado la escritura como forma de catarsis y de terapia, así que más que decir: voy a publicar esto, lo escribía para mí. Fue más adelante cuando dije: esto puede ser útil para alguien”
Michelle Rangel
- Cabe mencionar que la escritora utiliza sus redes sociales como un medio para desahogar sus pensamientos; es su “diario en línea”.
Aunque parece una historia impactante, muchas personas podrían sentirse identificadas, tal vez con distintas circunstancias, pero con el mismo dolor, por lo cual la autora nos platicó que es importante reconocer las señales de alerta en una persona deprimida que desarrolla tendencias suicidas:
“En mi caso yo hice varias cosas. Me despedía de las personas y las abrazaba muy fuerte como si fuera la última vez que las iba a ver; empecé a regalar mis cosas y les decía a mis amigos: te lo doy por si algo me pasa. Entre risas, también esos chistes son focos de alerta”
La recomendación de esta escritora es consultar a un profesional, pues la terapia es una herramienta que ayuda a las personas con dificultades a sobrellevar las situaciones y a superarlas.
Al final del libro podrás encontrar varias organizaciones, redes y comunidades con líneas de apoyo para orientar a quienes lo necesiten.
