Pablo Neruda murió en 1973 y la causa oficial de su fallecimiento fue a consecuencia del cáncer que padecía, pero desde hace una década circula la teoría de que el Nobel de Literatura fue envenenado por la dictadura chilena, pero científicos de un laboratorio canadiense que estudiaron sus restos óseos no pudieron determinar si la bacteria Clostridium botulinum encontrada en su cuerpo mató al poeta.
Los expertos científicos entregaron un informe a la jueza que revisará sus conclusiones antes de emitir una resolución. Si bien detectaron la presencia de la bacteria del botulismo en los restos de Neruda tampoco pueden confirmar que ésta haya sido introducida en su cuerpo en forma intencional.
La bacteria Clostridium botulinum “estaba ahí en el momento de su muerte, pero aún no sabemos por qué. Sólo sabemos que no debería estar ahí”, dijeron a la AFP Hendrik y Debi Poinar de la Universidad McMaster (Canadá).
Los científicos confirmaron a la AFP sus declaraciones publicadas en un artículo publicado el miércoles por la Universidad McMaster en Canadá, donde se afirma que hasta ahora “no podían concluir si la cepa de C.botulinum hallada en los restos de Neruda lo mató, ni tampoco si fue utilizada intencionalmente para asesinarlo”.
Los investigadores forman parte del panel internacional de expertos científicos convocado por la justicia chilena en la causa por la muerte de Neruda, ocurrida el 23 de septiembre de 1973.
El panel, que trabajó con los estudios de los laboratorios de McMaster y de la Universidad de Copenhague (Dinamarca), entregó sus conclusiones el miércoles a la jueza chilena Paola Plaza, a cargo del caso, quien dijo que lo estudiará en reserva como parte de una fase de investigación.
Hendrik y Debi Poinar sostuvieron que a petición de los tribunales chilenos trabajaron durante cuatro años para determinar la presencia y relevancia de la bacteria en el cuerpo de Neruda al morir en una clínica de Santiago.
Los estudios al ADN de Pablo Neruda seguirán
Los investigadores aseguraron que recuperaron suficiente ADN de una muela de Neruda con lo que, debido a la degradación, solo pudieron reconstruir un tercio el genoma del Clostridium botulinum en cuestión. Sin embargo, ese trabajo puede completarse en el futuro sin hacer una nueva exhumación.
“Hay material suficiente para hacerlo ahora con lo que queda en el laboratorio. Solo necesitamos saber que el tribunal está de acuerdo con eso”, destacaron los expertos a la AFP.
Solo con un nuevo estudio podría determinarse si forma parte de un grupo de bacterias patógenas o no, sin importar la cepa a la que corresponde.
Hendrik Poinar es un genetista evolutivo sueco quien fue alumno del premio Nobel de Medicina 2022 Svante Pääbo y uno de los investigadores que lograron en 2015 descifrar el código completo del ADN, o genoma, de dos mamuts lanudos.
Según la versión oficial, Neruda, de 69 años y reconocido militante comunista, murió como presunta consecuencia del cáncer de próstata que padecía. Su deceso se produjo 12 días después del golpe militar que derrocó el gobierno de Salvador Allende e impuso una dictadura encabezada por Augusto Pinochet.
La polémica declaración que dio pie a la investigación
La investigación judicial de la muerte de Neruda, premio Nobel de Literatura 1971, comenzó luego de que en 2011 su exchofer, Manuel Araya, relatara a la prensa que el poeta pudo ser envenenado por la dictadura de Pinochet, que dejó más de 3 mil 200 muertos y unos 38 mil torturados, según cifras oficiales.
Araya sostuvo ayer en rueda de prensa que Neruda no estaba tan enfermo como para ser ingresado en una clínica el 19 de septiembre de 1973, sino que fue una estrategia para partir al exilio a México.
“Fue por seguridad. El 14 de septiembre había buques de guerra cerca de la casa de Pablo Neruda en Isla Negra. Nos cercaron la casa los militares. Entonces el problema era cómo sacábamos a Pablo Neruda de la casa”, afirmó Manuel Araya.
Tras años de pericias y estudios científicos en 2017 un grupo de expertos chilenos y extranjeros aseguró que el autor del “Canto general” no murió de cáncer, aunque el panel no pudo determinar la causa de la muerte.
Por esta razón se solicitaron estudios a laboratorios de Dinamarca y Canadá, uno de los más avanzados en su materia, para echar luz e intentar clarificar la muerte de Neruda.
El sobrino de Neruda, Rodolfo Reyes, quien ha asegurado sin mayores pruebas que está comprobado que su tío murió envenenado por una bacteria, dijo el jueves a la prensa que espera que la justicia se pronuncie durante 2023, cuando se cumplen 50 años de la muerte del poeta chileno.
“Tiene que ser este año. No se puede tapar más la muerte de Pablo Neruda. Eso ya está a la vista y hay informes definidos. Ahora (tiene que venir) la conclusión y el estudio de la ministra (jueza) Paola Plaza”, afirmó.