El artista español Francisco de Goya (1746-1828) es uno de los pintores más reconocidos en el mundo y considerado uno de los grandes maestros de la historia, su obra incluye unos quinientos óleos y murales, sin embargo, sus cuadros donde presenta figuras tenebrosas como brujas son de los que más llaman la atención.
Goya pintó seis obras con brujas como personajes principales. Algunas de las más importantes se agrupan dentro de la serie Asuntos de brujas: “El Aquelarre” y “Las Brujas” en el Museo Lázaro Galdiano; “Vuelo de brujas” situada en el Museo del Prado, y “El hechizado por fuerza” ubicado en la National Gallery de Londres.
Las dos restantes, “La cocina de los brujos” y “Don Juan y el Comendador”, se dispersaron en 1896 y se encuentran perdidas.
En un video, el youtuber especialista en arte, Antonio García Villarán, explica que Goya pintó estas obras a pedido de la novena duquesa de Osuna, María Josefa Pimentel y Téllez Girón, una figura influyente e intelectual de su época.
García Villarán explica que a la duquesa le obsesionaba el tema de la brujería, por lo que encargó a Goya seis cuadros relacionados con esta temática para decorar sus estancias personales.
El youtuber destaca que Goya realizó estas obras antes de pintar sus famosas “pinturas negras”, lo que muestra cómo el germen de la oscuridad ya estaba presente en su arte.
“El Aquelarre”, que actualmente se encuentra en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid, es una obra donde Goya retrata un aquelarre en medio del campo, con una bruja ofreciendo un bebé a un demonio en forma de macho cabrío. Los murciélagos que vuelan alrededor simbolizan la leyenda de las brujas chupando la sangre de los niños para obtener poderes sobrenaturales.
El youtuber destaca que Goya utiliza estas obras como una crítica social para cuestionar la ignorancia y las creencias populares de la época.
En “El Conjuro”, expuesta en el Museo Lázaro Galdiano, se presenta a una figura humana rodeada de brujas ofreciendo niños como ofrendas. García Villarán señala que estas obras representan cómo una mente perturbada puede convertir la realidad en fantasía, mostrando una vez más la crítica de Goya hacia la ignorancia del pueblo.
En el cuadro llamado “El Hechizado”, ubicado en la National Gallery de Londres, está basado en una escena del acto de la comedia “El hechizado por fuerza” de Antonio de Zamora, que en aquella época se representaba en muchos teatros.
García Villarán explica en el cuadro se ve a Claudio, un clérigo asturiano, que le está echando aceite a una vela que está en manos del diablo y en el fondo de la composición hay tres burros pintados que simbolizan la ignorancia del pueblo.
El cuarto “Vuelo de Brujas”, Goya utiliza dos planos para mostrar la realidad y la fantasía que existe en la mente de una persona perturbada.
En el plano inferior, se observa a una persona que se cubre la cabeza, aparentemente temerosa y decidida a no enfrentar la realidad. Otra figura está tumbada en el suelo, también aterrorizada.
En el plano superior, la mente de esta persona ha creado una escena completamente distinta. Un grupo de brujos y brujas, con mitras en la cabeza, símbolos asociados a los obispos y papas, rodean al cuerpo en el aire. Parece que están insuflando algún tipo de magia o aire, y la atmósfera es movida y llena de dramatismo, lo que sugiere que la mente del protagonista está llena de agitación y confusión.
Según el especialista en arte, el cuadro “Vuelo de Brujas” resalta cómo la imaginación exagerada puede modificar el concepto de realidad y cómo una mente perturbada puede dar paso a alucinaciones y creencias irracionales.
Las obras “La Cocina de las Brujas” y “Don Juan y el Comendador” se encuentran desaparecidas. No obstante, García Villarán proporciona detalles basados en fotografías en blanco y negro para ayudar a comprender su contenido.
“La Cocina de las Brujas” está inspirada en un pasaje de una obra de Cervantes, el cuadro muestra a dos personajes principales: el perro “Venganza” y la bruja “Cañizares”. La bruja parece estar explicando cómo hacer ungüentos para volar mientras, en el fondo, un personaje sale volando por la chimenea. Dos seres extraños y monstruosos, que podrían ser producto de un conjuro, también se encuentran presentes en la composición.
“Don Juan y el Comendador” está inspirado en un acto de una obra de teatro de Antonio de Zamora, este cuadro muestra a Don Juan enfrentando las consecuencias de sus malos actos. Detrás de él, se ven llamas de fuego, simbolizando su destino en el infierno debido a sus pecados.
Finalmente, Antonio García Villarán concluye que las obras de brujas de Goya ofrecen una mirada al mundo esotérico y perturbador que capturó la imaginación del artista y la sociedad de la época.