Especialistas en arte del Museo Guggenheim de Nueva York, dieron a conocer la presencia de un tierno intruso en una de las obras maestras del pintor español Pablo Picasso, y es que, tras años de observación y análisis con uso de nuevas tecnología, una curadora logró encontrar un perro escondido en la obra “Le Moulin de la Galette”.
El perro escondido en la obra de Picasso, posiblemente un Cavalier King Charles Spaniel, una raza popular en París en ese momento, fue encontrado detrás de una fina capa de pintura, en la parte inferior de la obra “Le Moulin de la Galette”, pintado por Picasso durante su estadía en París cuando el artista tenía solo 19 años.
“Mirando esta área donde se pueden ver otros colores asomándose y se puede ver una textura que no se relaciona con la composición final, tuve la fuerte sensación de que había algo allí debajo”, dijo Julie Barten, conservadora de pintura senior en el Museo Guggenheim.
Después de que Barten pasara observando durante años, tanto bajo un microscopio como usando tecnología de rayos X la celebre obra de Picasso, fue gracias a un proceso llamado “espectroscopía de imágenes de fluorescencia de rayos X”, proporcionada por el Museo Metropolitano de Arte y la Galería Nacional en Washington, DC, que se reveló el objeto oculto.
La “espectroscopía de imágenes de fluorescencia de rayos X” arrojó una imagen del perro en la obra de Picasso en color falso que visualiza los componentes de hierro, mercurio y zinc en los pigmentos, más no una fotografía del perro, ya que ésta sólo sería posible ver si se quita la capa superior de pintura lo cual no sería posible sin dañar la pintura y sin entrar en conflicto con las intenciones del artista.
Sobre esto, Megan Fontanella, curadora de Arte Moderno de Guggenheim, dijo que estaba “sorprendida” cuando vio por primera vez la imagen del perro en “Le Moulin de la Galette”.
“Cambia por completo la forma en que uno se habría encontrado con esta imagen. Habría visto a este perro realmente adorable en primer plano, mirando casi directamente al visitante con este maravilloso lazo rojo”, dijo Fontanella.
“Uno solo puede especular por qué Picasso habría ocultado esto. Pero ciertamente ahora mi ojo se ve atraído por todas estas maravillosas figuras en la composición. Así que ya no está el perro para monopolizar nuestra vista”, agregó.
Barten señaló que Picasso fue un gran editor de su propio trabajo, a menudo transformando elementos dentro de un trabajo en nuevas formas, y que, “lo que es interesante es que él, al oscurecerlo, fue sólo con unas pocas pinceladas apresuradas y, por lo tanto, dejó una presencia fantasmal del perro allí, que era su práctica habitual más adelante en la vida”.
Aparte del escaneo que reveló al perro, Barten también le dio a la pintura una restauración completa para prepararla para la exposición, iluminando los colores y quitando el viejo barniz amarillento, acercando la obra a cómo se veía cuando Picasso dejó el pincel después de terminar el trabajo en 1900.
“Le Moulin de la Galette” representa el salón de baile popular que fue frecuentado y pintado por otros artistas famosos como Pierre-Auguste Renoir, Vincent Van Gogh y Henri de Toulouse-Lautrec.
La pintura, considerada una de las primeras obras maestras de Picasso, ha estado en la colección del Museo Guggenheim de Nueva York durante décadas. Ahora es la pieza central de una exposición llamada “El joven Picasso en París”, que incorpora pinturas, dibujos y fotografías para contar la historia de los primeros años de Picasso en París a partir de 1900.
La exposición es una de las muchas exposiciones de Picasso que se exhibirán en todo el mundo en 2023 y que forman parte de The Picasso Celebration 1973-2023, que marca el 50.º año desde la muerte del artista en 1973.