Nuestro crítico cinematográfico de cabecera, José Antonio Valdés Peña, recuerda que hace una semana se conmemoró el 40 aniversario del deceso del maestro Luis Buñuel.
“Es uno de los directores más importantes de la historia, a quien el cine mexicano le debe muchísimo”.
José Antonio Valdés Peña.
A manera de homenaje, el crítico recomienda algunas películas que retratan las etapas más importantes de la carrera del cineasta, tomando en cuenta que su producción es de 32 películas que se filmaron entre tres países: España, Francia y México.
Un perro andaluz
En su primera etapa, la del surrealismo, Luis Buñuel produce el cortometraje sin duda más influyente de todos los tiempos, “Un perro andaluz”, estrenado en 1928.
“A través de una serie de imágenes oníricas, una narración completamente dislocada y algunas de las imágenes más fuertes de su cine, como cuando la navaja corta el ojo, el maestro logra unirse al movimiento más importante de vanguardia de ese momento en Francia”.
José Antonio Valdés Peña.
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Después de un pase por Hollywood que no lleva a nada claro y después de haber sido productor en la España de la Guerra Civil y curador de la sección de arte moderno en Nueva York, Luis Buñuel aterriza en México en donde filmará tres grandes obras.
Los Olvidados
Sin duda es la joya de la corona; la película más transgresora que Buñuel logra filmar en su etapa mexicana. Una visión muy fuerte de la pobreza urbana en el “México alemanista de modernidad y justicia social”.
“Es una película que no pierde un sólo gramo de vigencia, donde seguimos teniendo este retrato cruel y despiadado de los niños en situación de calle y la violencia que los rodea”.
José Antonio Valdés Peña.
Nazarín
Es una adaptación de la novela de Benito Pérez Galdos donde se muestra la imagen del cura “quijotesco” que trata de vivir el evangelio según Jesucristo y se da cuenta de que el mundo real ya es muy diferente de los tiempos “del Mesías”.
Viridiana
Es la película “corazón”, el centro de la obra de Luis Buñuel que significó su regreso a España, a su cultura hispánica.
“Es otra historia donde la caridad es duramente cuestionada. Una película que contiene imágenes tan impactantes como la escena de la última cena de los mendigos a manera de burla y de blasfemia contra el arte, la religión y todo lo que coarta la libertad”.
José Antonio Valdés Peña.
La etapa francesa de Buñuel
Al final de su carrera, con el productor Serge Silberman, Buñuel da vida a películas como “Bella de día” o “El discreto encanto de la burguesía”.
En esta etapa retrata el erotismo reprimido, los deseos y la vida imaginaria que muchos personajes tienen debido a esta represión. El fetichismo de las piernas sale a relucir, también el lenguaje de los sueños y las perversiones como parte importante de la condición humana.
“Es un Buñuel que se puso a jugar, ya en los años 70, con el cine, en un descanso muy merecido con estas grandes comedias negras como ‘El discreto encanto de la burguesía'”.
José Antonio Valdés Peña.
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Lo importante en la vida de Buñuel, recalca Valdés Peña, más allá de su relación con México, es su actitud surrealista y contestataria en la vida.
“Siempre apoyando y apostando por la libertad del hombre que, según el maestro Buñuel, solamente se lograba en la imaginación”.
José Antonio Valdés Peña.
