Un video microscópico tomado por investigadores de la Universidad de Duke en Carolina del Norte, Estados Unidos, muestra el momento justo en que un virus encuentra su camino hacia la superficie de las células para irrumpir en ellas.
El video filmado durante dos minutos y medio señalando su ubicación mil veces por segundo, muestra una diminuta partícula de virus, miles de veces más pequeña que un grano de arena, mientras se tambalea y se mece entre las células intestinales humanas.
En las imágenes se observa cómo por un momento fugaz, el virus hace contacto con una célula y se desliza a lo largo de su superficie, pero no se pega antes de volver a saltar.
“Es como si se tratara de un allanamiento de morada real y ésta sería la parte en la que el ladrón aún no ha roto la ventana”, dijo Courtney “CJ” Johnson, investigador de la Universidad de Duke.
De acuerdo con los expertos, el video microscópico retrata el momento previo a que la infección comience, es decir antes de que el virus se una y entre a la célula, lo cual, según Johnson, a menudo significa atravesar la capa protectora de células y moco que recubre las vías respiratorias y el intestino, y que es una de las primeras líneas de defensa del cuerpo contra las infecciones.
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¿Cómo fue posible esta observación?
Los investigadores querían entender cómo los virus violan estas defensas de primera línea, ya que durante mucho tiempo estos “momentos críticos” antes de que comience la infección han sido durante mucho tiempo difíciles, si no imposibles, de observar con los métodos de microscopía existentes, en parte porque los virus se mueven de dos a tres órdenes de magnitud más rápido en el espacio no confinado fuera de la célula, en comparación con su interior abarrotado, además de que los virus son cientos de veces más pequeños que las células que infectan.
Por ello, Johnson junto a Kevin Welsher y Jack Exell idearon una forma de capturar imágenes en 3D en tiempo real de virus a medida que se acercan a sus objetivos celulares, y desarrollaron un nuevo método llamado Microscopía de imágenes y seguimiento 3D (3D-TrIm), que esencialmente combina dos microscopios en uno.
El primer microscopio “se fija” en el virus de rápido movimiento, barriendo un láser alrededor del virus decenas de miles de veces por segundo para calcular y actualizar su posición. A medida que el virus rebota y da vueltas en el exterior caldoso de la célula, la platina del microscopio se ajusta continuamente para mantenerlo enfocado.
Así, mientras que el primer microscopio rastrea el virus, el segundo microscopio toma imágenes en 3D de las células circundantes.