La víbora de cascabel habita el planeta Tierra desde el Mioceno temprano, hace 23.8–22.8 millones de años. Te presentamos a este sorprendente reptil que forma parte de la campaña “Somos guardianes” de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), cuyo objetivo es promover, a través de una serie de videos, la participación ciudadana en el conocimiento, valoración y respeto de la naturaleza mexicana.
Serpientes de cascabel, ¿cómo son y qué se sabe de ellas?
Las serpientes de cascabel pertenecen a la familia Viperidae, a la subfamilia Crotalinae y el género Crotalus, asegura el Programa de Acción para la Conservación de las Especies de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
Se caracterizan principalmente por tener un “cascabel” o crótalo en la punta de la cola, que es una estructura segmentaria utilizada fundamentalmente como mecanismo de defensa al moverla y chocar sus segmentos.
Erróneamente se cree que cada año se añade un aro más a este cascabel, lo que permite estimar la edad del animal. Sin embargo, el Zoológico de Guadalajara asegura que “es completamente falso”, ya que, el crecimiento del cascabel está relacionado directamente con las mudas de piel; es decir que por cada ocasión que la serpiente mude de piel, crecerá un aro más, y debido a que una serpiente puede mudar más de una vez al año, e inclusivo perder el cascabel total o parcialmente este método para determinar la edad no resulta eficiente.
Hasta ahora, se conocen 47 especies de víbora de cascabel, de las cuales 42 se distribuyen en México, y de éstas 24 son endémicas de México.
Todas las víboras de cascabel son venenosas, excepto la C. catalinensisb. Expertos sostienen que el veneno de estos animales es muy fuerte y actúa destruyendo los glóbulos rojos de la sangre y hace penetrables los vasos sanguíneos, afectando el tejido corporal y la circulación.
Algunas especies de serpiente de cascabel pueden alcanzar hasta 2.5 metros de largo, y los cuatro kilos de peso.
Su piel con círculos amarillos está marcada en el centro por colores negros (parecidos a diamantes), lo que la hace el mejor reptil adornado de todo Norteamérica.
Las serpientes en general están carentes de abertura auditiva externa y sus ojos están cubiertos por una cutícula transparente; su lengua es bífida y actúa como órgano sensorial.
Poseen dos fosetas sensoriales de detección infrarroja, una de cada lado de su cabeza, su dentición es solenoglifa, es decir, poseen dos largos colmillos móviles y huecos por los que conducen el veneno el cual utilizan para inmovilizar y predigerir a sus presas, así como mecanismo defensivo ante depredadores potenciales.
¿Dónde habitan las serpientes de cascabel?
De acuerdo con las dependencias federales, las serpientes de cascabel son víboras venenosas que habitan únicamente en el continente americano desde Canadá hasta Argentina, con su mayor diversidad en México.
Desempeñan un papel ecológico muy importante en los ecosistemas que benefician de manera directa e indirecta a los humanos, son depredadores de pequeños mamíferos como por ejemplo ratones o ratas que pueden afectar los cultivos, su presencia disminuye el riesgo de contraer la enfermedad de Lyme, tienen influencia sobre la dispersión de semillas y son presa de múltiples organismos como las aves rapaces.
Además, su veneno ha sido utilizado para la elaboración de diversos medicamentos
Serpientes de cascabel en México están amenazadas
Las serpientes de cascabel del género Crotalus en México están amenazadas por diversos factores como la pérdida del hábitat, la colecta ilegal y en gran medida por ser percibidas como organismos dañinos, que no tienen ninguna función ecológica, económica o cultural.
23 de las 24 especies endémicas de México se consideran en alguna categoría de riesgo de acuerdo con la NOM-059-Semarnat-2010.
Hasta 2016, la Semarnat advirtió que, al menos siete especies de víboras de cascabel estaban en grave riesgo de extinción bajo diferentes criterios.
Otro de los factores que afectan a las poblaciones de serpientes, es la matanza indiscriminada a causa de la ofidiofobia, es decir el temor desbordado por estos animales. Además de que pueden representar un problema de salud pública a causa de las mordeduras, indica la Semarnat y la Conanp.
Esto genera que la mayoría de las serpientes sean asesinadas tan pronto son vistas por las personas. De hecho, es común que el primer grupo de organismos que se pierden cuando una zona es urbanizada sean las serpientes; la expansión de las fronteras urbanas genera mayor cantidad de encuentros serpiente-humano, resultando normalmente en la matanza de las serpientes y en mayores riesgos de accidentes por mordedura.
Un factor adicional que pone en riesgo a las especies de serpientes y en particular a las serpientes de cascabel, es la captura ilegal y el comercio ilícito, ya sea por la fascinación que generan, haciendo que muchos coleccionistas quieran adquirir ejemplares vivos para su mantenimiento en cautiverio, o bien, para la obtención de productos derivados (pieles, carne y cascabeles principalmente).
El uso de los diferentes productos va desde la peletería, hasta el consumo de los productos derivados en cápsulas o directamente crudos o cocinados en la medicina tradicional como remedios o amuletos
Serpientes, identidad, simbolismo y biodiversidad
Las serpientes han tenido un simbolismo y una relevancia cultural para las diferentes culturas que han florecido a lo largo de la historia. Egipcios, romanos y griegos las consideraban como símbolos de sabiduría, inmortalidad, fortaleza, protección y divinidad.
Para las diferentes culturas Mesoamericanas, la serpiente se asociaba con la fertilidad, la resurrección y la noche.
Se cree que la imagen de la serpiente siendo devorada por un águila que se encuentra en el escudo nacional mexicano es una representación del fenómeno astronómico del día y la noche.
Pero, en muchas culturas las serpientes han sido veneradas, en la mayoría simbolizan el mal o se consideran animales engañosos. En la cultura prehispánica latinoamericana, las serpientes son temidas porque se cree que tienen la capacidad de alimentarse de la sangre y sentimientos humanos o de la leche de mujeres lactantes