Es muy común ver escenas de llanto y dolor en los consultorios pediátricos o durante la aplicación de vacunas por eso el portal de Educación Inicial de la Fundación Carlos Slim retoma una serie de consejos de la organización Healthy Children para que los niños no sufran tanto a la hora de recibir una inyección o vacuna.
Técnicas para el control del dolor durante las vacunas o inyecciones para los niños
Los especialistas tienen una variedad de técnicas eficaces para el control del dolor y disminuir el estrés de los niños a la hora de recibir una inyección.
Para los niños pequeños y los niños en edad escolar, se combinan las técnicas de distracción, tales como hacer burbujas de jabón o juegos con las cremas o atomizadores anestésicos para adormecer que pueden ser muy eficaces para todas las inyecciones o procedimientos con agujas.
Los tipos de anestésicos:
- Un aerosol enfriador puede adormecer la piel justo antes de que se administren las inyecciones para que no haya sensación de aguijón.
- Las cremas anestésicas tópicas pueden aplicarse con anterioridad para adormecer la piel antes de aplicarse la inyección.
- Una placa de plástico cubierta con pequeños puntos y una sensación vibrante o zumbido para bloquear el dolor.
Para los bebés que están siendo amamantados, la lactancia materna durante una vacuna puede también brindarles alivio al dolor. Un chupón también puede tranquilizarlos.
Incluso sin usar ninguna de estas técnicas, la mayoría de bebés se tranquilizan muy rápidamente después de las inyecciones sólo con cargarlos. La voz y el abrazo de los padres le indican al bebé que todo está bien.
Qué hacer cuando hay reacción a una vacuna
Las reacciones adversas más comunes después de una vacuna son fiebre e irritabilidad, y algunas veces es posible que haya un poco de enrojecimiento o hinchazón en el sitio de la inyección.
Aunque se acostumbraba suministrar a los niños acetaminofén (Tylenol, PediaCare) o ibuprofeno (por ejemplo, Motrin, Advil) antes de la visita para suministrar la vacuna. Algunos estudios más recientes han cuestionado que aplicar acetaminofén podría hacer que las vacunas fueran ligeramente menos eficaces, así que algunos pediatras ya no lo recomiendan.
Sin embargo, la aplicación de estos medicamentos para reducir cualquier incomodidad o posible fiebre provocada tras la aplicación de la vacuna sí es recomendable.
Si el menor tiene una temperatura por arriba de 38.8 °C o la fiebre le dura varios días, o está más inquieto de lo común hay que consultar al médico.
Si después de la vacuna el pequeño o pequeña tiene urticaria, sibilancia (sonido silbante y chillón durante la respiración) notifique al personal del consultorio si aún se encuentra allí o llame a los servicios médicos de emergencia.