La desinformación acerca de las vacunas COVID-19 sigue “infectando” las redes sociales; donde se difunden contenidos engañosos, fabricados o fuera de contexto sobre las dosis. Ya sea de forma no intencional o deliberada, muchas publicaciones se aprovechan de la falta de estudios concluyentes, o de que las evidencias están en desarrollo, para tratar de engañar a la gente.
Estos son algunos temas engañosos sobre las vacunas desmentidos por Reuters:
Desarrollo de las dosis de las vacunas COVID-19
El tiempo de desarrollo de las vacunas, y sus procesos de creación, son aspectos que se han utilizado para generar desconfianza sobre las inmunizaciones del COVID-19.
Como Reuters explicó anteriormente, diversos factores contribuyeron a que su desarrollo se lograra en este periodo, según expertos consultados: la inversión en ciencia, el conocimiento previo sobre algunas de las plataformas que emplean y la colaboración entre la academia y la iniciativa privada.
Tampoco es cierto que se hayan saltado fases de estudio para su creación
Ingredientes falsos
Una narrativa común es la de los supuestos ingredientes contenidos en las vacunas COVID-19.
Agencias reguladoras de todo el mundo han evaluado las distintas vacunas disponibles. Los ingredientes de las inmunizaciones, autorizadas o aprobadas en países como Estados Unidos, Reino Unido y México.
Las vacunas COVID-19 tampoco contienen microchips ni rastreadores, según investigaciones de Reuters.
Además, no albergan luciferina, un compuesto orgánico involucrado en la bioluminiscencia, células de fetos abortados u óxido de grafeno, un material considerado como uno de los “más fuertes y conductores” que existen. Tampoco poseen una relación con la tecnología 5G.
Supuestos problemas de salud
Los contenidos engañosos no solo especulan sobre los ingredientes de las inyecciones; también, se divulgan materiales con información falsa acerca de supuestos efectos adversos registrados.
Un popular rumor que circuló desde el 2020 es que las inmunizaciones, especialmente las desarrolladas con tecnología ARN mensajero, alteran el código genético de las personas. Esto es completamente falso, como explicó Reuters.
Hasta ahora, no hay evidencia de que las vacunas contra el COVID-19 provoquen problemas de fertilidad o causen abortos espontáneos; tampoco están vinculadas con complicaciones en la lactancia.
Otro mito de las vacunas COVID-19 es que destruyen el sistema inmunológico de las personas. Expertos señalan que, por el contrario, lo estimulan y reducen el riesgo de contraer la enfermedad de forma grave
La información sobre el COVID-19 y las vacunas contra esta enfermedad puede cambiar constantemente ya que la evidencia sobre algunos aspectos se encuentra actualmente en desarrollo. Por ello, la mejor práctica es consultar fuentes confiables como la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud.