La vacuna contra el COVID-19 desarrollada por el gigante farmacéutico Johnson & Johnson es el cuarto candidato vacunal en comenzar los ensayos de fase 3 en Estados Unidos, informó la compañía.
Según sus desarrolladores, la vacuna que comenzará este 23 de septiembre las pruebas de fase tres en 60 mil personas, consiste en una sola inyección, que podría resultar más fácil de administrar que sus rivales, las cuales requieren de dos inoculaciones.
- La vacuna fue desarrollada por Janssen Pharmaceutical Companies, una subsidiaria de Johnson & Johnson.
El tratamiento tiene el potencial de simplificar la distribución de millones de dosis en comparación con las principales vacunas rivales como son Moderna, Pfizer y AstraZeneca que requieren dos inoculaciones separadas por varias semanas, lo que las hace mucho más difíciles de administrar.
“Estamos convencidos de que una sola dosis podría ser muy eficaz”, dijo Paul Stoffels, director científico de Johnson & Johnson.
La empresa de biotecnología Moderna fue la primera en Estados Unidos, en julio, en comenzar la fase 3, que consiste en medir la eficacia del producto a gran escala en miles de voluntarios. Le siguieron Pfizer y su socio BioNTech, luego llegó AstraZeneca.
Las pruebas se realizarán en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú, Sudáfrica y Estados Unidos, informó CNN.
Johnson & Johnson dijo que espera los resultados del ensayo de Fase III para fines de año o principios del próximo.
La carrera por una vacuna se produce en medio de informes de que se espera que la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés), anuncie pronto estándares más estrictos para emitir autorizaciones de uso de emergencia.
Si los resultados son positivos, la compañía espera poder presentar una solicitud de autorización de emergencia ante la Agencia de Medicamentos de Estados Unidos (FDA) “a principios de 2021”, según un comunicado.
Johnson & Johnson anunció su compromiso de distribuir la vacuna sin obtener beneficios, enfatizó que “continuará aumentando su capacidad de producción” para poder entregar 1.000 millones de dosis de vacuna al año.
De acuerdo con el diario The Washington Post, la FDA está cambiando su guía para impulsar la transparencia y la confianza pública. Sin embargo, los expertos en salud se preocupan cada vez más de que la administración Trump podría estar interfiriendo en el proceso de aprobación para reforzar las posibilidades de reelección del presidente.
Según el periódico estadounidense, los fabricantes de vacunas tendrán que seguir a algunos de los participantes del ensayo durante más de dos meses después de recibir una segunda inyección.
Por lo que se espera que pocos desarrolladores de vacunas tuvieran resultados definitivos antes de las elecciones presidenciales.
Pfizer Inc había sido la excepción, aunque su calendario podría deslizarse con la nueva guía.