Un científico inglés y experto en el sueño recomienda dormir bien antes de recibir la vacuna contra la influenza para garantizar su eficacia, lo cual también podría ayudar a entender la resistencia del COVID-19.
Ante la pandemia de coronavirus que azota al mundo y la llegada del invierno y la gripe estacional, autoridades sanitarias sugieren vacunarse contra la influenza, sin embargo, Matthew Walker de la Universidad de California, Berkeley, y experto en la higiene del sueño señala que dormir bien podría ayudar a que la inoculación sea verdaderamente eficaz.
¿Por qué? De acuerdo con Walker, no dormir lo suficiente en los días previos a recibir la vacuna puede provocar la producción de hasta menos del 50% de la respuesta normal de anticuerpos, haciendo que la vacuna sea en gran medida ineficaz; ya que es mientras las personas duermen que el cuerpo se restaura a nivel celular.
El experto asegura que “una persona que duerme menos de siete horas por noche tiene tres veces más probabilidades de enfermar de un resfriado común, mientras que quienes duermen menos de cinco horas, tienen un 70% más de probabilidades de contraer neumonía“.
Los argumentos del experto en sueño encuentran respaldo en una serie de estudios previos publicados en el Journal of the American Medical Association y en el International Journal of Behavioral Medicine.
Este hecho podría dar luz a investigaciones sobre la resistencia al coronavirus y comprobar si también es posible establecer la relación entre el sueño y la vacuna contra el COVID-19, dice Matthew Walker.
¿Consecuencias de no dormir bien?
No obstante, no dormir bien también puede ser causante de otro tipo de padecimientos, adicionales a la gripe, como son depresión, presión arterial alta, diabetes, aumento de peso, paranoia, cáncer y enfermedades cardiovasculares.
Reportes de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos dicen que dormir menos de la cantidad recomendada de forma regular podría incluso duplicar el riesgo de morir prematuramente.
- Las personas que redujeron su sueño a cinco horas o menos por noche tienen casi el doble de probabilidades de morir por todas las causas, pero especialmente por enfermedades cardiovasculares.