En la provincia de Chongqing, en China, se presentó el proyecto Cloud Valley, el cual busca construir una ciudad manejada completamente por inteligencia artificial (IA).
Lo que se espera de este plan futurista es desde robots entregando café hasta sillas de oficina que se reorganizan después de una reunión.
La firma de arquitectura danesa BIG y la empresa de tecnología china Terminus discutieron planes para construir un desarrollo estilo campus dirigido por IA en la ciudad de Chongqing, en el suroeste de China.
Proyecto futurista
El proyecto llamado Cloud Valley planea usar sensores y dispositivos conectados a WiFi para recopilar datos sobre todo, desde el clima y la contaminación hasta los hábitos alimenticios de las personas para satisfacer automáticamente las necesidades de los residentes, dijo el fundador de Terminus, Victor Ai.
“Es casi volver a la idea de vivir en un pueblo donde, cuando te presentas, aunque es la primera vez que estás allí, el barman conoce tu bebida favorita”
Dijo Bjarke Ingels, socio fundador de BIG
Las ciudades de todo el mundo se apresuran a adoptar la tecnología en un intento por mejorar la vida urbana mediante la recopilación de datos para abordar problemas como los atascos de tráfico y la delincuencia.
China y las ciudades inteligentes
De acuerdo con el gobierno de China, se están construyendo más de 500 ciudades inteligentes en su territorio para estimular el crecimiento en medio de una recesión económica mundial.
El proyecto Cloud Valley prevé una ciudad de aproximadamente 13 millones de pies cuadrados, lo que equivale a unos 200 campos de futbol, donde la tecnología permite a las personas vivir más cómodamente al anticipar sus necesidades.
La ciudad, que incluye oficinas, hogares, espacios públicos y automóviles autónomos que se mueven bajo la siempre atenta mirada de la IA, se completará en unos tres años, según Terminus.
Riesgo de las ciudades inteligentes
Sin embargo, al igual que otras ciudades inteligentes, su enfoque impulsado por la tecnología ha planteado preocupaciones sobre la privacidad.
Eva Blum-Dumontet, investigadora principal del grupo de defensa británico Privacy International, dijo que las ciudades inteligentes corren el riesgo de convertirse en una amenaza para los derechos humanos si las empresas y los gobiernos no toman medidas para limitar la vigilancia y garantizar la inclusión.