Investigadoras de la UNAM elaboran dos bebidas de origen vegetal a base de alimentos mexicanos; un refresco de garambullo y una leche hecha de garbanzo, las cuales tienen un alto valor nutricional.
“Es nutritivo y puede ser una opción para el desarrollo de nuevos productos a partir de alimentos cultivados en México que se deben revalorizar, porque comienzan a desaparecer por su bajo consumo”, afirmó María Andrea Trejo Márquez, titular del Laboratorio Postcosecha de Productos Vegetales en la FES Cuautitlán de la UNAM.
Refresco de garambullo hecho por la UNAM
A base de esta cactácea, investigadoras de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán han desarrollado un refresco de garambullo.
Las universitarias trabajan con insumos que se consumen poco o han sido desaprovechados porque se desconocen. Entre ellos están las cactáceas como el garambullo, un fruto conocido en las zonas semiáridas de México, como Hidalgo, Querétaro, Puebla, Guanajuato y San Luis Potosí.
“El garambullo es una cactácea roja, rica en vitamina C y pigmentos como la betalaína. Es una fuente de compuestos polifenólicos y antioxidantes, por lo que es importante conservarla en temperatura baja, desinfectarla y hacer el proceso con la pulpa”, explicó Trejo Márquez.
Este refresco se endulza con miel de agave (un edulcorante natural que ayuda al sistema inmunológico) y se conserva rico en antioxidantes y en vitamina C.
“El garambullo tiene casi tanta vitamina C como una naranja”, señaló la académica de la UNAM.
La bebida de color rojo se hace gaseosa con carbonato y ha mostrado éxito en las primeras pruebas de consumo realizadas en fase experimental.
Leche de garbanzo
El garbanzo es una leguminosa de gran valor nutricional, cuya ingesta ayuda a combatir los altos niveles de colesterol, mejora la salud intestinal y es rico en proteínas. Además, brinda una sensación de saciedad y contribuye a una adecuada utilización y control de la glucosa.
Con este alimento, Selene Pascual Bustamante, colaboradora de Trejo Márquez y profesora de la FES Cuautitlán, desarrolla leche vegetal similar a las que existen en el mercado a base de almendras, coco o soya, las cuales tienen alta demanda.
“El mercado de bebidas vegetales se ha incrementado en los últimos años hasta en un 14%, tanto por las nuevas tendencias de consumo de personas vegetarianas o intolerantes a la lactosa, como por los que rechazan la leche de vaca. Es una alternativa de consumo que tiene un menor costo comparado con la soya”, resaltó la profesora de la UNAM.
El proceso consiste en realizar remojo del garbanzo, extracción con agua y la segunda aplicación de ultrasonido como alternativa a la pasteurización térmica.
Posteriormente se efectúa la molienda, que con la mencionada tecnología logra una mayor absorción y extracción del compuesto. Gracias a este proceso, se logra que el producto no se sedimente tanto en la bebida ni se degrade el color, explicó Pascual Bustamante.
Ambos productos se encuentran en etapa de experimentación.