Investigadores mexicanos de la UNAM desarrollaron un parche transdérmico para tratar la osteoporosis, capaz de reducir las reacciones adversas causadas por los fármacos convencionales para tratar este padecimiento.
Se trata de un parche transdérmico acoplado a microagujas huecas poliméricas biodegradables, el cual se suministra alendronato de sodio a través de la piel, lo que evita las reacciones adversas a nivel esofágico y gástrico que el medicamento genera después de su ingesta.
La creación de un parche para tratar la osteoporosis tiene la intención de ser una opción no agresiva y eficiente, además de aumentar la biodisponibilidad, es decir el grado y velocidad con que una forma activa alcanza su sitio de acción, del fármaco, dijo Jessica Aglae Victorino Zúñiga, alumna de la licenciatura en Farmacia y creadora de la propuesta.
“El alendronato sódico por vía oral tiene baja biodisponibilidad, es decir, es mínima la cantidad que se aprovecha de la tableta que se ingiere”, aseguró Victorino Zúñiga.
Por su parte, José Juan Escobar Chávez, académico de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, indicó que debido a “la población que en las próximas décadas envejecerá por cuestiones biológicas y naturales, es necesario pensar en nuevas propuestas para el tratamiento y prevención de esa patología, pero también evitar los efectos secundarios del alendronato”.
Ya que según el académico, que el consumo oral de ese medicamento produce reacciones secundarias fuertes, sobre todo a nivel esofágico.
“Parte de la tableta podría quedarse adherida en esa zona que conecta la boca con el estómago y con ello dañar el tracto digestivo y ocasionar irritación estomacal, dolor y diarrea”.
Entre las principales ventajas del parche para la osteoporosis está que por su tamaño micrométrico no genera dolor y permite efectuar cualquier actividad sin problema, además de que el enfermo por sí mismo lo puede aplicar, no se requiere de personal especializado.
- El parche está diseñado para aplicarse en las regiones lumbar, abdominal y antebrazo, es decir zonas anatómicas donde no hay mucho vello para impedir que se desprenda.
“Es una innovación cómoda y benévola con el paciente”, dijeron sus desarrolladores, quienes además señalaron que “se hicieron pruebas de resistencia de la película biodegradable que constituye al parche, así como de irritabilidad en voluntarios, cuyos resultados arrojaron que el producto tecnológico y su caracterización son positivos”.
Escobar Chávez sostuvo que para 2050 el número de fracturas por osteoporosis podría incrementarse en adultos mayores asociado a otras patologías como obesidad, diabetes, hipertensión e hipercolesterolemia.
Es una enfermedad silenciosa que genera inconsistencia ósea y la gente no lo siente hasta que una caída o movimiento brusco le genera una fractura. Desgraciadamente, en la población no existe una cultura de revisarse el estado óseo, el cual finalmente es nuestro soporte, enfatizó el experto.
“Quienes padecieron una fractura de ese tipo tienen 50% de probabilidad de sufrir la segunda”.
Los investigadores también informaron que ya se solicitó la patente ante el Instituto Mexicano de la Propiedad industrial de los parches para tratar la osteoporosis.