Uber, empresa creada en 2010, se encuentras en el ojo del huracán por sus escándalos de acoso, evasión de impuestos, espionaje industrial y disputas legales. Así lo reveló la investigación periodística internacional, The Uber Files, basada en la filtración de miles de documentos internos de la compañía, por eso hacemos un recuento de las polémicas a nivel mundial que rodean a la aplicación de transporte.
¿Los conductores de Uber son independientes o asalariados?
Desde su fundación, hace 12 años, Uber defendió constantemente el uso del estatuto de trabajador independiente; sin embargo, una serie de decisiones judiciales en varios países le obligaron a conceder el estatuto de empleado a sus trabajadores.
En 2021, la justicia de Reino Unido dictaminó que la empresa deberá garantizar un salario mínimo y vacaciones remuneradas a sus conductores. Dos meses después, un acuerdo “histórico” permitió a los 70 mil choferes ser representados por un sindicato.
Poco después, la justicia francesa y neerlandesa consideraron que los conductores están regidos por un contrato de trabajo. Antes de eso, en 2019, California también determinó que son asalariados. En 2020, Uber lanzó una contraofensiva mediante la aprobación de un referéndum sobre el estatuto de trabajadores independientes.
Sin embargo, un juez consideró que el referéndum es inconstitucional y por ende, Uber presentó un recurso. Tras una fuerte regularización fiscal en Dinamarca, la plataforma fue procesada por complicidad en actividades ilegales y debió pagar una multa de 3.36 millones de dólares en 2020 para evitar un juicio.
Los múltiples casos de acoso de los conductores
En 2017, Uber abrió una investigación interna, por lo que su cofundador Travis Kalanick se vio obligado a dimitir por alentar prácticas de maltrato. Además, la empresa despidió a 20 trabajadores tras 215 denuncias por comportamientos inapropiados e intimidaciones en todo el mundo. La compañía incluso implementó campañas contra el acoso.
Casos de violación y acoso sexual
En India, uno de los dirigentes de la compañía fue despedido después de haber tratado de desacreditar el testimonio de una mujer violada por un chofer en 2014. En 2018, Uber afirmó que ya no usa la figura mediación en caso de agresión o acoso sexual, que prefieren que los casos se vayan directamente a los tribunales.
En el mismo año, una antigua ingeniera presentó una queja en San Francisco después de que la empresa le negara un aumento salarial tras haber denunciado discriminaciones y casos de acoso sexual contra mujeres en la compañía y echó para atrás en un acuerdo confidencial por el que Uber pagaba 10 millones de dólares a empleados para evitar acciones legales.
Los casos de espionaje industrial
En 2017, la justicia estadounidense investigó sospechas de corrupción en el extranjero y el uso de programas ilegales para espiar a la competencia o escapar del control de las autoridades.
Uber implementó “una estrategia sofisticada para destruir, esconder, disimular y falsificar registros o documentos con la intención de impedir o interferir en las investigaciones del gobierno de EU”.
El antiguo responsable de la “inteligencia” de Uber asegura haber recibido 4.5 millones de dólares para no criticar a la empresa. A inicios de 2018, Waymo, una filial de Google que desarrolla vehículos autónomos, acusó a la plataforma de haber robado secretos tecnológicos sobre el sistema de conducción autónoma.
Asimismo, Uber interrumpió durante varios meses sus pruebas tras la muerte de una mujer atropellada por un coche autónomo de la empresa en Arizona en 2018. Para resolver la demanda, Uber pagó a Waymo 245 millones de dólares.
Y siguen los escándalos de Uber
En noviembre de 2017, Uber admitió que los datos de 57 millones de sus usuarios, clientes o chóferes, fueron pirateados. La empresa lo sabía desde noviembre de 2016, pero depositó 100 mil dólares a los “hackers” para garantizar su silencio.
En 2018, Francia condenó a Uber a una multa de 400 mil euros por haber ocultado ese pirateo. La empresa también debió pagar dos multas de más de un millón de euros en Países Bajos y Reino Unido.
Una expansión con tácticas cuestionables
Los documentos de “The Uber Files” incluyen intercambios de mensajes de texto y correos electrónicos entre ejecutivos, uno de ellos su cofundador, Travis Kalanick, quien tuvo que renunciar en 2017 acusado de generar un ambiente laboral tóxico, en medio de episodios de acoso sexual y psicológico dentro de la compañía.
La veloz expansión de Uber se basó en bonos a conductores y en descuentos en las tarifas que generaron descontento en el gremio de los taxistas. Los conductores de la aplicación “a menudo operaban sin licencias para taxi o servicio de limusina”, informó The Washington Post, uno de los medios que participó en la investigación de Uber Files.
