Se sabe que las tortugas no son estrictamente vegetarianas, pero fue hasta ahora que científicos lograron captar por primera vez en video, evidencia de caza deliberada por parte de una especie de tortuga gigante, para consumo.
La tortuga cazadora fue grabada el 30 de julio de 2020 en la isla Frégate, una isla privada del grupo de las Seychelles, mientras se acercaba a un polluelo de charrán en un tronco.
En las imágenes, se observa a una hembra adulta, de aproximadamente 50 cm de largo recto de caparazón, que caminó directamente hacia un polluelo de charrán a un paso normal, para posteriormente, extender su cabeza con la boca abierta cuando el ave estaba a su alcance.
Sin embargo, el polluelo retrocedió a lo largo de un tronco, por lo que fue perseguido por la tortuga gigante, que siguió intentando morder.
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Aunque el polluelo trató de defenderse picoteando a la tortuga sin hacer contacto y agitando sus alas; al final del tronco, el polluelo dejó de retroceder, lo que le permitió a la tortuga cerrar sus mandíbulas directamente sobre la cabeza del polluelo, el cual tragó entero.
Según los investigadores, la interacción tomó 7 minutos en total desde el primer acercamiento hasta la muerte del polluelo, mientras que la persecución a lo largo del tronco hasta la matanza del polluelo tomó sólo 92 segundos.
Aunque ésta es la única caza y matanza de un pájaro grabada en video por parte de una tortuga, los expertos aseguran que no fue un evento aislado, ya que anteriormente se han observado otras tortugas del sitio comiendo aves y se han visto varios individuos cazando como se describió anteriormente, pero estos no fueron registrados y no se observó el consumo del ave.
Por lo que destacaron la importancia de que ésta sea la primera observación documentada de una tortuga atacando y consumiendo deliberadamente a otro animal.
“Es notable que durante el ataque la tortuga se acercó al polluelo con las mandíbulas bien abiertas y la lengua retraída, lo cual es típico del comportamiento agresivo de las tortugas, pero contrastante con el comportamiento de alimentación de esta especie”, indicaron.
De acuerdo con los investigadores, esto sugiere que la tortuga tenía la experiencia de poder capturar polluelos en tal situación, y que este comportamiento ha sido adoptado por varios individuos.
“Si bien, las presas potenciales serían demasiado rápidas o ágiles para las tortugas gigantes, solo los polluelos no voladores que no intentarán huir serían vulnerables”, explicaron en un artículo publicado en la revista especializada Current Biology.
Donde además, aseguraron que es poco probable que este comportamiento de las tortugas gigantes ejerza una presión selectiva sobre los charranes, pero creen que son necesarios estudios futuros.