La pandemia ocasionada por el COVID-19 disparó muchos padecimientos a causa del confinamiento u otras enfermedades se vieron potencializadas por la presencia del virus.
Ante esta situación, el doctor Juan Carlos Tomás López, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), lanzó una serie de recomendaciones para las personas que padecen hipertensión y disminuyan los riesgos si se contagiaron por el COVID-19.
- Evitar el sedentarismo
- Evitar consumir alcohol y tabaco
- Llevar una dieta equilibrada
- Restringir el consumo de alimentos con sal
- Continuar con las medidas sanitarias
López subrayó que también es importante que estos pacientes continúen el tratamiento farmacológico, evitar la automedicación y mantener la toma de la presión para saber que está controlada.
Destacó que si un paciente hipertenso se contagia de COVID-19, tiene mayor posibilidad de complicaciones, pero si la presión arterial está bajo vigilancia, esos riesgos disminuyen.
El médico recalcó que un paciente con hipertensión arterial controlada “puede llevar una vida normal, debe mantener una dieta saludable y hacer ejercicio físico”; sin embargo, los que no se controlan pueden desarrollar complicaciones crónicas como daño renal, ceguera u otras enfermedades cardiovasculares.
Afirmó que para prevenir este padecimiento es necesario evitar algunos factores de riesgo como el sedentarismo, sobrepeso y obesidad, consumo de tabaco, la ingesta excesiva de sal, “y muy importante, hacer la detección oportuna”.
¿Qué es la hipertensión arterial?
La hipertensión arterial es una enfermedad crónica producida por factores diversos, entre ellos los genéticos o hereditarios. El rango que determina esta patología es una lectura del baumanómetro superior a 140 sobre 90 (140/90): 140 milímetros de mercurio de presión sistólica y mayor de 90 milímetros de mercurio de presión diastólica.
El doctor comentó que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018, en el país hay más de 15 millones de personas, de 20 años y más, con hipertensión, y se estima que existe una proporción similar sin el diagnóstico y sin control médico.
Subrayó que entre más alta es la presión arterial, mayor es el riesgo de padecer un daño al corazón o a los vasos sanguíneos de los principales órganos, entre ellos el cerebro y los riñones.