Los tiburones tigre suelen ser criaturas solitarias, pero el cadáver de una ballena los unió en un festín, y el banquete fue captado en video.
A fines de junio, un dron que volaba frente a la costa de Queensland, Australia, capturó una reunión de 50 tiburones tigre desgarrando el cadáver de una ballena jorobada.
La rara vista es importante para la investigación de tiburones y también sirve como advertencia para los nadadores locales. “Donde hay ballenas muertas, es probable que haya tiburones cerca y esta visión muestra claramente por qué es así”, advierte Daniel Clifton del Departamento de Medio Ambiente y Ciencia de Queensland.
“La muerte de una ballena crea una fuente de vida para muchos otros animales carroñeros, incluidos peces, tiburones y otras especies marinas. Somos afortunados aquí en el Parque Marino Great Sandy de poder experimentar estos procesos naturales de primera mano”, declaró Clifton.
Para garantizar que el evento de alimentación natural pudiera continuar observándose fácilmente en alta mar, los funcionarios anclaron los restos de la ballena jorobada en un lugar seguro en Hervey Bay.
Dron capta banquete de tiburones
Directamente desde arriba, las imágenes del dron muestran las sombras de los tiburones dando vueltas alrededor del cadáver de la ballena.
Y en ocasiones se puede ver a un tiburón individual lanzándose y agarrando a la ballena, azotando su cuerpo de un lado a otro mientras trata de arrancarle un bocado.
En un momento del video se puede ver una nube teñida de amarillo que se desliza debajo de la ballena mientras los tiburones la atacan desde abajo; un signo probable de que sus gases estomacales y jugos se filtran en el agua.
Los científicos solo han estado estudiando eventos de carroña de ballenas como este durante los últimos 30 años más o menos, y aunque los tiburones tigre son visitantes frecuentes, no es raro que a su especie se unan otras, como los grandes tiburones blancos o tiburones toro.
Frente a la costa de Australia, los investigadores han registrado un par de casos en los que grandes tiburones blancos y tiburones tigre se han alimentado simultáneamente de cadáveres de ballenas en aparente paz.
Los tiburones pueden ser algunas de las primeras criaturas en llegar a un banquete de ballenas, pero sus restos mantienen ocupados los ecosistemas oceánicos profundos durante décadas.
Cuando una ballena muere de forma natural, la grasa y el gas de su cuerpo la mantienen flotando durante un tiempo. Sin embargo, a medida que los carroñeros comienzan a recoger los restos, el esqueleto inevitablemente comienza a hundirse.
Esto se llama “caída de ballenas” y proporciona a las criaturas del fondo del océano nutrientes esenciales desde arriba. Se han registrado anguilas, gusanos, cangrejos y pulpos dándose un festín con los esqueletos de ballenas a profundidades extremas. Incluso se comen los huesos.
Con tantas bocas hambrientas que alimentar, ninguna parte de una ballena muerta se desperdicia. Incluso en la muerte, estas nobles criaturas traen vida renovada al océano.