Los tatuajes en hombros y brazos pueden tener un efecto en el sudor, según un nuevo estudio de La Sociedad Fisiológica Americana en Estados Unidos, que encontró que ciertas áreas pigmentadas presentaban menos sudor y éste era más salado que en otras partes del cuerpo.
De acuerdo con el estudio, esto se debe de que al momento de realizarse un tatuaje, las agujas dañan las glándulas sudorípadas, responsables de provocar el sudor.
Los expertos alertan a las personas con tatuajes muy extensos en sus cuerpos, o quienes tienen planeado realizarse uno de gran dimensión, que consideren las afectaciones termorregulatorias que serán ocasionadas a largo plazo.
¿Cómo se realizó el estudio?
Para llevar a cabo la investigación, donde participaron 10 personas, los científicos diseñaron un traje especial, el cual tenía unos tubos de agua para calentar el cuerpo y estimular el sudor y con varios dispositivos para medir la temperatura del cuerpo.
Anteriormente, en otro estudio se determinó que las nanopartículas metálicas de las agujas para realizar los tatuajes, así como el pigmento (los colores) que se utilizan en los mismos, se trasladan a los ganglios linfáticos puede provocar alergias, así como el hollín, y óxidos metálicos en el sistema linfático pueden ocasionar otra clase de inflamaciones.
Para evitar alguna complicación o una afectación por el tatuaje, personas dedicas a este oficio recomiendan no fumar, no ingerir bebidas alcohólicas después de realizarse el diseño, así como no exponer al sol y meterse al mar o albercas; ademas de dejar de hacer ejercicio por unos días.
La Secretaría de Salud recomienda buscar un tatuador certificado para tener la certeza que se está en las manos de un profesional y evitar futuras complicaciones en la piel.
Estimaciones del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) señala que en México existen alrededor de 12 millones de personas tienen un tatuaje y la mayoría no rebasa los 20 años de edad.