La tarántula mexicana es una de las arañas más grandes endémicas de México, y es precisamente por su imponente tamaño, brillantes colores y docilidad que se ha convertido en una especie muy deseada por coleccionistas y tiendas de mascotas, poniendo en peligro a la especie. Conoce más de esta especie con la campaña “Somos guardianes” de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), cuyo objetivo es promover, a través de una serie de videos, la participación ciudadana en el conocimiento, valoración y respeto de la naturaleza mexicana.
Tarántulas mexicanas como mascotas las ponen en peligro de desaparecer
Las tarántulas mexicanas son endémicas del sureste mexicano, y suelen habitar las selvas secas de la costa del Pacífico en Guerrero. Se conocen como “tarántulas mexicanas pata de sangre”, “pata de sangre mexicana” o “tarántulas mexicanas patas sangradas”.
Se trata de un animal en potencial peligro de afectación a su especie, ya que, según Ángeles Márquez, especialista en arácnidos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), hay una tendencia a extraerlos de su hábitat para venderlos como mascotas, lo que ha dañado severamente la especie.
Y es que, según José Luis Castelo Calvillo, de la Colección Nacional de Arácnidos de la UNAM, el comercio ilegal de tarántulas mexicanas existe y es intenso, incluso sostiene que, con los ejemplares de tarántulas mexicanas, se han llegado a producir especies nuevas en otros países, sin embargo, no se hace mucho para evitar este tipo de prácticas.
Tan sólo un ejemplar adulto puede llegar a costar hasta 700 euros, es decir, poco más de 15 mil pesos mexicanos, dice el universitario.
Esto ocurre, según la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) a pesar de que desde 2009, en la Norma Oficial Mexicana aparecen tres especies en peligro de extinción, aunque por falta de actualización, y en el acuerdo internacional CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres) se incluyó a todo el género de las tarántulas grandes en una protección “tipo 2”, que restringe el tráfico de ciertas variedades fuera del país de origen.
Tarántulas: ¿cómo son?
Las tarántulas son arañas de gran tamaño que tienen colmillos con los que inyectan el veneno a sus víctimas. Sin embargo, a pesar de que todas las tarántulas son venenosas ninguna tiene una toxina potencialmente peligrosa para los humanos.
“Una mordida no provoca ningún inconveniente, a diferencia de lo que ocurre con otras arañas, como la viuda negra o la violinista, para cuya picadura hay sueros o antídotos”, dice Castelo Calvillo, quien sostiene que al tocar una, lo único que puede pasar es que se produzca irritación en la piel, debido a que sus “pelos” o sedas son urticantes, duros y como pequeñas agujas que se pueden clavar.
Las tarántulas poseen unos órganos llamados hileras, los cuales les permiten tejer telas, aunque, según los expertos, también lo hacen con sus patas. Son depredadoras de insectos y controladoras de plagas, por ello tienen a su cargo el control de la fauna nociva.
Algunos ejemplares de este arácnido gigante pueden alcanzar hasta los 18 centímetros con las patas estiradas y pesar poco más de 50 gramos.
¿Por qué se llaman tarántulas?
La palabra tarántula viene de tarantela, una danza de Tarento, Italia, que se bailaba para tratar el envenenamiento por picaduras. Sin embargo, también se les ha llamado “migala” de mygale (francés), palabra que significa “ratón de campo”, porque en algún momento fueron comparadas con esos roedores.
Por otro lado, en náhuatl son llamadas tlahuehueotl, “araña del rocío” o “poseedoras de una gran extensión de tierra”, porque necesitan un área grande para cazar, aclaró Castelo Calvillo.
Las tarántulas en el mundo, ¿cuántas hay y dónde habitan?
En el mundo hay más de 40 mil especies de arañas y “se puede decir que todos los días se descubre una nueva”. De éstas, 900 son tarántulas auténticas y 68 viven México, que ocupa el segundo lugar en arácnidos a nivel mundial, ya que este tipo de animales existe en casi todos los tipos de clima del país.
Tan sólo en la Ciudad de México, existen dos especies endémicas de la zona del pedregal donde se ubica Ciudad Universitaria: la Aphonopelma anita hoffmane y la Hemirrhagus chilango.
Los hábitats de las tarántulas son variados. Al norte, viven en el desierto y al sur en zonas tropicales, aunque por la evolución geológica del territorio nacional, también se encuentran en montañas, a más de tres mil metros de altura.