Un salvadoreño comenzó a rendir homenaje a los difuntos estampando en tumbas un código QR que, una vez escaneado con un teléfono móvil, remite a una página web con la historia y fotos de los mejores momentos del fallecido.
“La idea es recordar a nuestros difuntos como eran en vida, que no se vayan al olvido, mantener vigente su memoria”, cuenta Frederick Meza, un fotoperiodista e historiador de 37 años que creó la página Memorial QR.
En el cementerio general de San Salvador, Meza instaló la primera placa con código QR al pie de la tumba de su tía Ana Lilian Chacón, una bibliotecaria que falleció en 2016.
“Ana Lilian fue como mi segunda madre, ella me acercó al mundo de las letras para imaginar historias, por eso le rindo este homenaje”.
Frederick Meza.
En la parte oeste del cementerio, colocó una segunda placa QR en la tumba de su abuela, Simona Chacón.
“Espero que la gente se vaya adaptando a esta nueva forma de rendir tributo, porque el código QR está en restaurantes y en todos lados, ya es parte de la cotidianidad de nuestro diario vivir”, señala Meza.
“Es como un homenaje más eterno para los seres queridos, que traspasa fronteras, porque cualquiera que posea el código puede ver la historia”, reflexiona Meza, quien ofrece su servicio desde los 50 dólares, aprovechando la celebración del Día de los Muertos este 1 de noviembre.