La sonda Voyager 1 de la NASA detectó una serie de zumbidos de gas interestelar u ondas de plasma, según una investigación dirigida por la Universidad de Cornell publicada en Nature Astronomy.
La Voyager 1, una de las dos naves espaciales hermanas de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA por sus siglas en inglés), lanzadas hace 44 años y ahora el objeto más distante creado por humanos en el espacio, detectó gracias a sus instrumentos el zumbido constante del gas interestelar, el cual fue descubierto por Stella Koch Ocker, una estudiante de doctorado en astronomía de Cornell.
“Es muy débil y monótono, porque está en un ancho de banda de frecuencia estrecho”, dijo Ocker, quien agregó “estamos detectando el zumbido tenue y persistente del gas interestelar”.
Después de ingresar al espacio interestelar, el sistema de ondas de plasma de la nave espacial detectó perturbaciones en el gas. Pero, entre esas erupciones, causadas por nuestro propio sol turbulento, los investigadores han descubierto una firma constante y persistente producida por el tenue casi vacío del espacio.
“El medio interestelar es como una lluvia tranquila o suave”, dijo el autor principal James Cordes, profesor de astronomía George Feldstein. “En el caso de un estallido solar, es como detectar un rayo en una tormenta eléctrica y luego vuelve a una lluvia suave”, indicó.
Para saber esto, Ocker, quien cree que hay más actividad de bajo nivel en el gas interestelar de lo que los científicos habían pensado anteriormente, examinó los datos enviados lentamente desde más de 22 mil millones de kilómetros de distancia por la sonda Voyager.
De acuerdo con la experta, este hallazgo permite a los científicos comprender cómo el medio interestelar interactúa con el viento solar, y entender cómo la burbuja protectora de la heliosfera del sistema solar es moldeada y modificada por el entorno interestelar.
Por su parte, la científica investigadora de Cornell, Shami Chatterjee, explicó la importancia del seguimiento continuo de la densidad del espacio interestelar:
“Nunca hemos tenido la oportunidad de evaluarlo. Ahora sabemos que no necesitamos un evento fortuito relacionado con el sol para medir el plasma interestelar”.
Sonda Voyager
La Voyager 1 salió de la Tierra con un Disco de Oro creado por un comité presidido por el difunto profesor de Cornell Carl Sagan, así como tecnología de mediados de la década de 1970. Fue lanzada en septiembre de 1977.
La Voyager sobrevoló Júpiter en 1979 y luego Saturno a finales de 198y cruzó cruzó la heliopausa en agosto de 2012, mientras viajaba a más de 61 mil kilómetros por hora.
Para enviar una señal a la Tierra, se necesitaron 22 vatios, según el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA. La nave tiene casi 70 kilobytes de memoria de computadora y, al comienzo de la misión, una velocidad de datos de 21 kilobits por segundo.
Debido a la distancia de 22 mil millones de kilómetros, la velocidad de comunicación se ha reducido desde entonces a 160 bits por segundo, o aproximadamente la mitad de una velocidad de 300 baudios.