Después de casi cinco años en el espacio, la sonda espacial OSIRIS-REx de la NASA está en camino de regreso a la Tierra con una gran cantidad de rocas y polvo del asteroide Bennu cercano a nuestro planeta.
La agencia espacial informó que después de liberar la cápsula de muestra, OSIRIS-REx habrá completado su misión principal.
La sonda carga más de 60 gramos de polvo y fragmentos del asteroide, la muestra más grande recolectada por la NASA desde las rocas lunares traídas por las misiones Apolo.
Después de orbitar el Sol dos veces, la nave espacial OSIRIS-REx llegará a la Tierra el 24 de septiembre de 2023.
A su regreso, la cápsula que contiene piezas de Bennu se separará del resto de la nave espacial y entrará en la atmósfera terrestre.
La cápsula se lanzará en paracaídas al campo de pruebas y entrenamiento de Utah en el desierto occidental, donde los científicos estarán esperando para recuperarla.
“Los muchos logros de OSIRIS-REx demostraron la forma audaz e innovadora en la que se desarrolla la exploración en tiempo real”, dijo Thomas Zurbuchen, administrador asociado de ciencia en la sede de la NASA.
“El equipo aceptó el desafío, y ahora tenemos una pieza primordial de nuestro sistema solar que regresa a la Tierra, donde muchas generaciones de investigadores pueden descubrir sus secretos”.
Señaló Zurbuchen
Aunque OSIRIS-REx todavía tiene mucho combustible restante, el equipo está tratando de preservar tanto como sea posible para una potencial misión extendida a otro asteroide después de devolver la cápsula de muestra a la Tierra. El equipo investigará la viabilidad de tal misión este verano.
El rumbo de la nave espacial estará determinado principalmente por la gravedad del Sol, pero los ingenieros necesitarán ocasionalmente hacer pequeños ajustes de rumbo mediante quemaduras del motor.
El equipo realizará ajustes de rumbo unas semanas antes del reingreso a la Tierra para apuntar con precisión la ubicación y el ángulo para la liberación de la cápsula de muestra en la atmósfera de la Tierra.
Si llega demasiado bajo, la cápsula podría rebotar en la atmósfera y si es demasiado alto podría quemarse debido a la fricción y al calor de la atmósfera.
Si OSIRIS-REx no libera la cápsula, el equipo tiene un plan de respaldo para desviarla de la Tierra y volver a intentarlo en 2025.
La misión OSIRIS-REx fue fundamental tanto para confirmar como para refutar varios hallazgos científicos. Entre las confirmadas se encontraba una técnica que utilizaba observaciones de la Tierra para predecir que los minerales del asteroide serían ricos en carbono y mostrarían signos de agua antigua.
Los científicos utilizarán la información obtenida de Bennu para perfeccionar los modelos teóricos y mejorar las predicciones futuras.
“Esta misión enfatiza por qué tenemos que hacer ciencia y exploración de múltiples formas, tanto desde la Tierra como desde el espacio de cerca, porque las suposiciones y modelos son solo eso”, informó la NASA.
En el 2016 se lanzó el cohete donde iba la nave espacial OSIRIS-REx.