Científicos estadounidenses indican que el destino final del Sistema Solar podría ocurrir mucho antes de lo que se pensaba.
Según los expertos un día el Sol morirá, expulsando una gran proporción de su masa antes de que su núcleo se encoja y se convierta en una enana blanca, y gradualmente goteará calor hasta que billones de años después no sea más que un trozo de roca fría, oscura y muerta, mientras que el resto del Sistema Solar habrá desaparecido.
Las nuevas mediciones señalan que los planetas restantes tardarán solo 100 mil millones de años en atravesar la galaxia, que es menos de lo que se pensaba antes.
El equipo muestra cómo los planetas gigantes migrarán hacia afuera en respuesta a la pérdida de masa del Sol, formando una configuración estable en la que Júpiter orbitará cinco veces por cada dos órbitas de Saturno.
También examina las escalas de tiempo y los mecanismos que provocan la desaparición del sistema solar, fue publicado en The Astronomical Journal por Jon Zink, de la Universidad de California; Konstantin Batygin, de Caltech, y Fred Adams, de la Universidad de Michigan.
De acuerdo con los astrónomos, el Sol evolucionará dramáticamente a medida que envejece fuera de la secuencia principal, aumentando hasta un tamaño que envuelva las órbitas de Mercurio, Venus y la Tierra y perdiendo casi la mitad de su masa durante los próximos 7 mil millones de años.
“Es probable que Mercurio, Venus y la Tierra sean engullidos por el Sol, ya que su radio se expande durante la fase de evolución de la rama de gigante roja. Esta época marca así el final de los tres planetas más internos”, indican.
Por su parte Marte, Júpiter, Saturno, Neptuno y Urano sobrevivirán a esta fase de evolución estelar, experimentando un aumento en sus ejes semimayores.
Esto fue posible saberlo gracias a una serie de simulaciones numéricas que exploran lo que sucedería con nuestros planetas exteriores después de que el Sol consuma los planetas interiores, pierda la mitad de su masa y comience su nueva vida como una enana blanca.