Repartidores de Amazon en Chicago, Estados Unidos están colgando sus teléfonos celulares en los árboles para poder tener más pedidos y ganarle a la competencia.
La intención de colgar dispositivos en los árboles cercanos a las estaciones de entregas y pedidos de Amazon y Whole Foods, es aprovechar la proximidad del árbol a la estación y poder aceptar los pedidos más rápido que alguien más, según dio a conocer la compañía financiera Bloomberg.
¿Cómo lo hacen?
Los repartidores sincronizan el móvil del árbol con su teléfono personal de forma que cuando haya un pedido puedan tomarlo con una ventaja de fracción de segundo, sin necesidad de estar físicamente afuera de las estaciones.
Gracias fotografías y videos tomados por Bloomberg, es posible ver “a los conductores acercándose a los teléfonos y sincronizándolos con sus propios dispositivos, luego sentados o parados cerca esperando una alerta sobre una ruta”.
La cercanía de los dispositivos a la tienda hace que el software que monitorea la red de envíos identifique más rápidamente los que se encuentran en el árbol, lo que da una ventaja.
En el caso de los supermercados Whole Foods, el conductor solo tiene un par de minutos para aceptar el encargo y el sistema automatizado da prioridad a aquel que está más cerca según la geolocalización de su móvil, comentaron al medio dos personas familiarizadas con el asunto.
La lucha por los pedidos
Los conductores compiten por ofertas instantáneas de entrega rápida, que requieren una respuesta inmediata y suelen tardar entre 15 y 45 minutos en completarse, debido al desempleo generado por la pandemia de COVID-19.
Chetan Sharma, consultor de la industria inalámbrica, dijo a Bloomberg que con esta práctica los repartidores “están jugando con el sistema de una manera que dificulta que Amazon lo descubra”, y agregó que “están un paso por delante del algoritmo de Amazon y sus desarrolladores”.