¿Qué pasa después de la muerte? Esto dice la ciencia
La muerte es definida en el diccionario de medicina define la muerte como un suceso irreversible que resulta del cese de la homeostasis en un ser vivo, es decir, de su incapacidad de utilizar energía para mantener al organismo vivo, con lo cual las funciones vitales llegan a su término, sin embargo, si hay algo más después de este momento ha generado un sin fin de ideas filosóficas y religiosas, pero esto es lo que dice la ciencia.
En rigor, la ciencia no avala la existencia de un más allá o de la vida después de la muerte. Sin embargo, científicos han logrado documentar qué pasa en el cuerpo y, sobre todo, en nuestra mente, al momento de morir.
Un estudio liderado por Sam Parnia del Departamento de Medicina del NYU Langone Health logró documentar “experiencias cercanas a la muerte” en pacientes que sufrieron un paro cardiaco.
Según los expertos, cuatro de cada 10 pacientes que sobrevivieron a un paro cardiaco tuvieron recuerdos claros de haber experimentado la muerte de forma lúcida mientras estaban inconscientes y eran revividos mediante reanimación cardiopulmonar (RCP). Incluso, aproximadamente una hora después de que sus latidos se detuvieran.
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El estudio también encontró que en estos pacientes, casi el 40%, tenía una actividad cerebral que volvía a la normalidad, o casi a la normalidad, en momentos incluso una hora después de recibir RCP.
Y es que, según lo capturado por el electroencefalograma (EEG), una tecnología que registra la actividad cerebral con electrodos, los pacientes tenían picos en las ondas gamma, delta, theta, alfa y beta asociados con una función mental superior.
Esto desafía lo que los médicos han pensado durante mucho tiempo sobre que el cerebro sufre un daño permanente unos 10 minutos después de que el corazón deja de suministrarle oxígeno, indicó el estudio.
“Nuestro trabajo encontró que el cerebro puede mostrar signos de recuperación eléctrica durante mucho tiempo después de la RCP en curso. Éste es el primer gran estudio que muestra que estos recuerdos y cambios en las ondas cerebrales pueden ser signos de elementos universales y compartidos de las llamadas ‘experiencias cercanas a la muerte’“, agregó.
¿Cómo fueron las “experiencias cercanas a la muerte” de los pacientes?
Los investigadores señalaron que durante mucho tiempo, los pacientes que sobreviven a la muerte han informado que al morir experimentan una mayor conciencia y experiencias poderosas y lúcidas.
Esto incluye una percepción de separación del cuerpo, observar eventos sin dolor o angustia y una evaluación significativa de sus acciones y relaciones.
Sobre esto, el nuevo estudio encontró que estas experiencias de muerte son diferentes de las alucinaciones, delirios, ilusiones, sueños o conciencia inducida por la RCP.
¿Por qué los pacientes que “reviven” pueden tener “experiencias cercanas a la muerte”?
Los autores del estudio plantearon la hipótesis de que el cerebro moribundo, también llamado “plano”, elimina los sistemas inhibidores (de frenado) naturales. Y que estos procesos, conocidos colectivamente como desinhibición, pueden abrir el acceso a “nuevas dimensiones de la realidad”, incluido el recuerdo lúcido de todas las memorias almacenadas desde la primera infancia hasta la muerte, evaluados desde la perspectiva de la moralidad.
Sin embargo, destacaron que si bien nadie conoce el propósito evolutivo de este fenómeno, sí “abre la puerta a una exploración sistemática de lo que sucede cuando una persona muere”.
“Estas experiencias permiten vislumbrar una dimensión real, aunque poco comprendida, de la conciencia humana que queda al descubierto con la muerte”, indicó Parnia, quien también sugirió que los hallazgos “también pueden guiar el diseño de nuevas formas de reiniciar el corazón o prevenir lesiones cerebrales, y tener implicaciones para los trasplantes“.
Los autores del estudio concluyeron que la investigación hasta la fecha no ha probado ni refutado la realidad o el significado de las experiencias de los pacientes y las afirmaciones de conciencia en relación con la muerte.
Los científicos señalan que la experiencia recordada en torno a la muerte merece una mayor investigación empírica. Por tal motivo, planean realizar estudios que definan con mayor precisión los biomarcadores de la conciencia clínica y que monitoreen los efectos psicológicos a largo plazo de los pacientes que “regresan de la muerte”.