El sábado pasado durante el partido de la Eurocopa 2020 entre Dinamarca y Finlandia el futbolista danés Christian Eriksen sufrió un paro cardíaco conmocionando al mundo entero.
Eriksen fue internado de urgencia en un hospital desde donde confirmó que se encontraba “bien dadas las circunstancias”, y ahora se informó que al jugador de 29 años se le implantará un desfibrilador automático.
Esto es “necesario debido a las alteraciones del ritmo”, explicó el médico del equipo danés Morten Boesen.
¿Qué es y cómo funciona un desfibrilador cardíaco?
El desfibrilador automático implantable, también llamado desfibrilador cardioversor implantable (ICD, por sus siglas en inglés) es un pequeño dispositivo a pila que se coloca en el pecho para controlar el ritmo cardíaco y detectar latidos irregulares.
De acuerdo con la Clínica Mayo, este tipo de desfibrilador emite impulsos eléctricos por medio de uno o más cables conectados al corazón para corregir el ritmo cardíaco anormal.
Los pacientes que necesitan de este dispositivo es porque sus latidos del corazón son peligrosamente rápidos (taquicardia ventricular) o porque los latidos son tan erráticos que impiden que el corazón bombee suficiente sangre al resto del cuerpo (fibrilación ventricular).
Los desfibriladores detectan y detienen los latidos anormales del corazón (arritmias). El dispositivo controla continuamente los latidos y emite impulsos eléctricos para restituir el ritmo cardíaco normal cuando sea necesario.
Este aparato, una variante mejorada del marcapasos, “es necesario después de una crisis cardíaca debida a perturbaciones del ritmo” del corazón, precisó la Federación Danesa de Fútbol.
La decisión, tomada por el cardiólogo del hospital danés donde se encuentra Eriksen desde el sábado, “fue aceptada” por el centrocampista y “confirmada por especialistas nacionales e internacionales que recomiendan el mismo tratamiento”, precisa la federación.