Un estudio realizado por expertos en inmunidad y biotecnología encontraron que una nueva prueba basada en la búsqueda de células T muestra una mayor efectividad en la detección de COVID-19.
De acuerdo con la empresa Adaptive Biotechnologies, desarrolladora de esta prueba, la célula T proporciona un vínculo clave para comprender la exposición y la inmunidad del virus SARS-CoV-2, lo que permite utilizarla para detectar el virus causante de la COVID-19, así como medir y monitorear una respuesta inmune más integral a las vacunas en desarrollo.
Según los investigadores, la exposición al nuevo coronavirus puede inducir respuestas de células T específicas del virus sin inducir anticuerpos y puede detectarse hasta 100 días después del inicio de los síntomas, el período de tiempo máximo actualmente disponible para evaluar la respuesta.
Por estas características y utilizando un conjunto de TCR “compartidos” identificados que se ven en varios individuos infectados, se identificó una firma de células T que se puede utilizar con fines de diagnóstico.
Los datos muestran que las propiedades de las células T, descritas anteriormente, podrían hacer que una prueba que las detecte sea una forma más efectiva de evaluar la exposición al SARS-CoV-2 antes de que surjan los anticuerpos y después de que disminuyan.
El estudio consistió en comparar la prueba con dos pruebas serológicas líderes en 100 pacientes en etapas de infección activa hasta la convalecencia.
Se demostró que el 94% de los pacientes fueron detectados como positivos por la prueba de células T de Adaptive, frente a un 90 y el 87% para las otras pruebas serológicas, respectivamente.
El aporte en la investigación de las células T realizado por Adaptive Biotechnologies es que identifica las células T específicas que se asignan a cualquier enfermedad cuantitativamente a una escala, velocidad y precisión sin precedentes.
Actualmente, la compañía desarrolladora de esta prueba con células T, se encuentra trabajando con Administración de Medicinas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), para generar y empaquetar los datos necesarios para presentarlos para la Autorización de uso de emergencia (EUA).
Esta es la primera herramienta de monitoreo de células T moleculares para el SARS-CoV-2 que mide de manera precisa, cuantitativa y reproducible la respuesta inmune de las células T a las vacunas y rastrea la persistencia de esa respuesta a lo largo del tiempo”, señaló Adaptive Biotechnologies.