Perro Robot del Servicio Secreto vigila casa de Trump
Mar-a-Lago, la residencia Donald Trump en Florida, ha intensificado sus medidas de seguridad a sólo una semana de que el republicano ganara las recientes elecciones presidenciales de Estados Unidos, pero esta vez el Servicio Secreto lo ha hecho con perros robots.
Entre las nuevas medidas, el Servicio Secreto ha desplegado un innovador “perro robot” de Boston Dynamics, bautizado como “Spot”, para patrullar y vigilar la propiedad.
Spot: El “perro guardián” del futuro
Fabricado por la empresa de tecnología Boston Dynamics, Spot es un robot avanzado de aproximadamente 70 centímetros de altura y 32 kilogramos de peso, similar en tamaño a un pastor alemán promedio.
Spot ha sido diseñado para diversas tareas en la industria de seguridad, construcción, y manufactura, y ahora está enfocado en patrullar las áreas de Mar-a-Lago, recorriendo los jardines y las zonas arboladas en compañía de un agente humano.
Equipado con tecnología de última generación, el perro robot puede subir escaleras, abrir puertas, y desplazarse en espacios reducidos. También cuenta con cámaras en su parte frontal que permiten a los agentes monitorear en tiempo real, identificar paquetes sospechosos, y explorar rutas seguras.
Aunque está programado para interactuar con humanos, el acceso al robot está estrictamente prohibido, ya que un letrero en su costado advierte “NO TOCAR”.
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Protección y versatilidad de Spot
El robot, que se controla a distancia, permite a los agentes del Servicio Secreto realizar tareas de vigilancia sin exponerse directamente al peligro. Según un portavoz de Boston Dynamics en declaraciones al New York Post, Spot integra “tecnología de vigilancia avanzada y una serie de sensores que apoyan nuestras operaciones de protección”.
Spot ha sido ampliamente implementado en diferentes industrias, desde inspección de obras en construcción hasta mantenimiento en plantas de energía, y se ha ganado su lugar en el sector de seguridad. De hecho, en 2022 la policía de Nueva York lo utilizó brevemente antes de que se suspendiera su uso debido a una reacción pública adversa.