El Penacho de Moctezuma lleva fuera de México más de cinclo siglos. Sin embargo, hasta la fecha no se tiene certeza de cómo llegó a Europa. Actualmente se encuentra en el Museo Etnológico de Viena, Austria, ahora Weltmuseum (Museo del Mundo). Te contamos qué es esta pieza y el misterio detrás de su viaje al viejo continente.
El Penacho de Moctezuma no es un penacho
El Penacho de Moctezuma es en realidad un “quetzalapanecáyotl”, una obra de los amantecas o artistas mexicas especialistas en la creación de objetos con plumas.
Aunque algunas versiones atribuyen que perteneció al tlatoani Moctezuma Xocoyotzin (1466-1520) y fue un regalo a Hernán Cortez, no hay certeza histórica de ello, ni autenticidad de su antigüedad.
En 2012, Alfonso de María y Campos, exdirector del INAH, rebautizó a la indumentaria como el Penacho del México Antiguo, ya que es poco probable que Moctezuma lo haya usado.
Moctezuma al ser un emperador, no usaba este tipo de artilugios. Los de su nivel en el gobierno solían portar diademas de oro brillantes. Eran los sacerdotes quienes usaban los penachos para ceremonias.
Tiene una altura de 116 cm y un diámetro de 175 cm, para su elaboración se utilizaron 222 plumas de cuatro especies de aves: macho de cotinga azulejo, espátula plateada rosada, pájaro ardilla y quetzal.
Las plumas se montaron sobre dos redes tejidas con fibras de maguey y algodón, que le daban la posibilidad de doblarse o enrollarse.
El centro del penacho está hecho con plumas azules del ave xiuh totol, y tejuelos de oro con piedras preciosas.
¿Cómo llegó el Penacho de Moctezuma a Austria?
No se tiene certeza histórica de cómo llegó a Europa, una de las versiones cuenta que el barco en el que se transportaba enviado por Hernán Cortés pudo haber sido saqueado por piratas.
Su existencia en Europa está documentada desde 1596 que ya formaba parte de la colección del archiduque Fernando II de Tirol sin que se sepa cómo llegó a sus manos, en total la pieza permaneció más de 200 años en el palacio de Ambras.
En 1806, el penacho fue trasladado a Viena, al palacio de Belvedere, donde estuvo 60 años.
En 1878, el naturalista Ferdinand Von Hochstetter lo descubrió arrumbado en una vitrina en el Palacio Belvedere. Él mismo realizó la primera restauración: añadió plumas que había perdido y reemplazó piezas de oro por latón, sin embargo la técnica que utilizó no fue la ideal, ya que el penacho perdió su forma tridimensional y flexibilidad.
En 1889 lo mueven al Museo de Historia Natural de Viena donde permanece hasta 1918; fue ahí donde el penacho fue resguardado durante la Primera Guerra Mundial.
En 1918 el Penacho de Moctezuma llegó al Museo de la Etnología, lugar en el que permanece hasta el inicio de la Segunda Guerra Mundial, cuando el penacho y otras piezas valiosas fueron resguardadas por la Cámara del Tesoro del Banco Nacional Austriaco.
En 1946, justo después de la Segunda Guerra Mundial, fue movido a una exhibición en Zurich, Suiza, durante la exposición Obras Maestras de Austria.
En marzo de 1947, el penacho regresó al Museo de Etnología (actualmente llamado Museo del Mundo), donde ha permanecido desde entonces.
¿Puede regresar a México?
El arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma escribió en un artículo para la revista Arqueología Mexicana que “no cabe duda que el penacho es de propiedad nacional. Por lo tanto, no importa si fue un regalo de Moctezuma a Cortés en 1519 o si se trata de una pieza robada, vendida o que saliera del país por cualquier otro medio. Lo importante es que al salir al extranjero no pierde su carácter de ser propiedad de la nación, como lo indica la ley”.
Pero las posibilidades de que regrese el Penacho de Moctezuma a México son casi nulas y tiene que ver con cuestiones de su conservación más que con un carácter político o jurídico.
En 2012, un equipo binacional de mexicanos y austriacos iniciaron una investigación profunda sobre el Penacho de Moctezuma con la finalidad de estudiar la pieza con nuevas tecnologías y proponer un protocolo de investigación y conservación.
Una de las principales conclusiones del estudio es que el penacho no puede ser movido sin que se corra el riesgo de que se produzcan graves daños a su estructura. Las vibraciones de un avión, barco o vehículo terrestre serían muy fuertes para el penacho y no se puede construir una estructura que elimine totalmente dichas vibraciones.
La Ley Federal Sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, en el artículo 36, párrafo tercero, menciona que “los documentos originales manuscritos relacionados con la historia de México y los libros, folletos y otros impresos en México o en el extranjero, durante los siglos XVI al XIX que por su rareza e importancia para la historia mexicana, merezcan ser conservados en el país”.