La cápsula espacial Orión de la misión Artemisa I sobrevoló la Luna a menos de 130 kilómetros de su superficie, una maniobra que marca el inicio del viaje de regreso a la Tierra de esta primera misión de la NASA.
Al realizar este sobrevuelo muy cerca de la superficie, la nave espacial aprovechó la atracción gravitatoria de la Luna para impulsarse en su trayectoria de regreso.
La comunicación con la cápsula se interrumpió durante 30 minutos cuando pasó por detrás del lado oculto de la Luna. También debía sobrevolar los lugares de aterrizaje de la misión Apolo.
El empuje esencial del motor principal del módulo de servicio europeo, que propulsa la cápsula, duró poco más de tres minutos.
“No podríamos estar más satisfechos con el rendimiento de la nave”, declaró más tarde Debbie Korth, subdirectora del Programa Orión.
Mientras en sus pantallas aparecían imágenes espectaculares una vez restablecida la comunicación, Korth dijo en conferencia de prensa: “Todos en la sala tuvimos que parar y hacer una pausa, y mirar realmente (…) Vaya, nos estamos despidiendo de la Luna”.
Esta era la última gran maniobra de la misión, que comenzó con el despegue del nuevo megacohete Artemisa de la NASA el 16 de noviembre, para un viaje que debería durar 25 días y medio en total.
Ahora, Orión solo hará ligeras correcciones de rumbo hasta que aterrice en el Océano Pacífico, frente a la ciudad estadounidense de San Diego, el domingo 11 de diciembre a las 11:40. Será recuperada e izada a bordo de un buque de la Marina de Estados Unidos.
Durante la misión, Orión pasó unos seis días en una órbita remota alrededor de la Luna. Hace una semana, esta nueva nave espacial rompió el récord de distancia para una cápsula tripulable, aventurándose a poco más de 432 mil km de nuestro planeta, más lejos que las misiones Apolo.
Una vez que regrese a la Tierra, Orión habrá viajado más 2.25 millones de kilómetros, indicó Mike Sarafin, director de la misión Artemisa.
El Objetivo de Artemisa I y la nave Orión
La cápsula no lleva pasajeros, pero el propósito de la misión de Artemisa 1 es verificar que el vehículo sea seguro para, en el futuro, transportar tripulación.
El objetivo principal es probar la resistencia del escudo térmico de Orión, el más grande jamás construido, cuando ingrese a la atmósfera terrestre a una velocidad de 40 mil km/h. Tendrá que soportar una temperatura de 2 mil 800 ºC, la mitad de la que hay en la superficie del Sol.
Con el programa Artemisa, los estadounidenses pretenden establecer una presencia duradera en la Luna, con el fin de prepararse para un viaje a Marte.
La misión Artemisa 2 llevará astronautas a la Luna, pero no aterrizará allí. Este honor estará reservado para la tripulación del Artemisa 3, que se posará por primera vez en el polo sur de la Luna. Oficialmente, estas misiones tendrán lugar en 2024 y 2025, respectivamente.