El día de los Reyes Magos ya está aquí y con él llega la deliciosa Rosca de Reyes, la cual debe consumirse sin acitrón, ya que, la planta de donde se obtiene está peligro de extinción. Sin embargo, más allá del uso del acitrón, esta dulce tradición genera un fuerte impacto en el medio ambiente debido a la cantidad de plástico que se utiliza para fabricar los famosos “muñequitos” que comprometen a quien lo saca a invitar los tamales el día 2 de febrero.
De acuerdo con el sitio de noticias de la red social LinkedIn, Tania Arroyo-Zambrano, especialista en desarrollo sustentable y fundadora de la app de consumo responsable Sommos, señala que, cada año se generan 17 toneladas de plástico sólo por la elaboración de muñequitos para la Rosca de Reyes. Esto equivale, según el sitio, a casi el peso de cuatro elefantes.
Pero eso no es todo, ya que a esta cantidad de plástico se debe sumar el impacto de los empaques y la basura que se genera por su comercialización.
¿Por qué no debes tirar a la basura los muñequitos de la Rosca de Reyes?
Debido al impacto que tienen los plásticos en general en el medio ambiente, lo mejor es que los muñequitos de la Rosca de Reyes se reciclen. Para ello, existen diferentes opciones, como:
- Llevarlos a un punto de acopio que acepte plástico del #2 (HDPE), #5 (PP) o plástico duro
- Depositarlos en los acopios y bancos de “tapitas” de donación
Debido a que el plástico con que están hechos los muñequitos de la Rosca de Reyes es reciclable, organizaciones como “Banco de Tapitas”, encargada de captar tapas de plástico en donación para obtener recursos en favor de niños con cáncer, también puede hacer uso de estos.
Con lo cual, no sólo se ayuda al medio ambiente, sino que también es posible colaborar con una causa social.